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Chile

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Miércoles 08 de Junio de 2016.- ¿Qué actividades realiza después de la jornada laboral? Es la pregunta esencial de este artículo y de la sección Lado Humano que Portal Minero desarrolla mes a mes y cuyo objetivo es contextualizar el quehacer de distinguidos ejecutivos  desde una perspectiva más íntima y cercana.

Con esta inquietud fuimos donde Ana Lía Rojas, Saleswoman para Chile de Gamesa Corporación Tecnológica, empresa que se erige como uno de los principales actores dentro del desarrollo de energía eólica en Chile y en el mundo.  La respuesta tardó en llegar, no por lo compleja de ella sino por la dificultad para encontrarnos con esta connotada ejecutiva cuya jornada laboral se extiende incluso “abusando de los horarios habituales”, como ella misma señala.

Y es que esta Economista, Licenciada en Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con formación en gestión, administración de empresas y regulación del mercado energético, con más de 14 años de experiencia en el ejercicio de cargos de alta responsabilidad tanto en el aparato público, fue Jefa de Gabinete en la Comisión Nacional de Energía y Jefa de Gabinete del Ministerio de Defensa Nacional, como en el sector privado, asesorando a diversas empresas del sector energético en la evaluación económica y ambiental de los proyectos;  como Gerente General del Grupo Enhol Chile y actualmente como Saleswoman de Gamesa Corporación Tecnológica como responsable comercial con reporte directo al Director General Latam de la compañía, tiene sus días copados sobre todo ahora que “estamos cerca de licitaciones de suministro”, advierte.

Dicho todo lo anterior, y apuntando al espíritu de este artículo es que Ana Lía se da unos minutos para conversar con nosotros y compartir una actividad que postula a tradición porque le ha permitido la confluencia de 2 amores: el amor por su hija Bianca de 7 años y el gusto por la cocina. Nos referimos a la repostería, sí la repostería pero una repostería “profesional” como ella mismo nos manifiesta. “Me gusta volver a la casa y encontrarme con mi familia y una de las cosas que nos ha unido en el tiempo es cocinar”, sentencia.

La inquietud obvia es indagar respecto al nacimiento de este quehacer. La respuesta nos lleva a Bélgica. Lugar en el que estuvo radicada, junto a su familia, por 4 años producto de actividades diplomáticas de su marido. En dicho país, la repostería surgió como una actividad personal que a poco andar se fue convirtiendo en una forma de entretener a la, entonces, pequeña Bianca. “Aprendimos a cocinar juntas – ella con muy poca edad – en Bélgica. Entonces, empezamos de a poco y pasamos de ser amateurs a profesionales”, rememora Ana Lía.

“Ella siempre me vio cocinar, entonces estando en Bélgica yo, sinceramente, prefería pasarle un poco de masa que una plastilina y así se fue dando”, recuerda.

Hoy por hoy, y como enunciamos en un principio este hobby se convirtió en tradición y “con Bianca, por lo menos 2 veces por semana, tratamos de hacer una receta y se la regalamos al papá, a algún compañero, eso da lo mismo, lo importante es hacerlo”, confidencia la ejecutiva que ha establecido esta actividad como una tradición de todos los miércoles y el sábado o domingo entre madre e hija. Inclusive, “nos vestimos igual”, revela.

Más allá de la receta

Parte importante de este pasatiempo, en palabras de Ana Lía, ha contribuido en el proceso de formación de Bianca, su hija. Al respecto, la ejecutiva de Gamesa reconoce que ve en la repostería un espacio a través del cual “se pueden reforzar otros conceptos como orden, limpieza, que son conceptos súper importantes en la formación de un niño”, sostiene.

En definitiva, con no poco gusto reflexiona y advierte que “lo que tiene de maravillosa la cocina es que ‘de nada haces todo’. Partes con algo que no existe: hay harina, hay azúcar, hay agua y le agregas tiempo y eso, después de dos horas lo compartes, lo disfrutas”.

“Me gustaría tener más tiempo para hacer otras cosas más complejas”, concluye.

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