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Chile

El debate sobre la energía nucleoeléctrica comenzó en 2005, cuando el entonces presidente Ricardo Lagos encomendó la conformación de una comisión para que estudiara el tema. Desde entonces han pasado tres gobiernos y siete años, tiempo suficiente como para decidir si es factible desarrollar esta tecnología en Chile, algo que nadie quiere hacer.

24 de Octubre 2012.- “Nuestra realidad de país sísmico (...) nos pone en un dilema. No queremos un Fukushima y sus dramáticas consecuencias en nuestros suelos”.

La frase la pronunció el ministro de Energía, Jorge Bunster, en abril, en la ceremonia de aniversario de la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Así, en una de sus primeras apariciones públicas, el ex Copec cerraba la puerta a esta tecnología, pues con el recuerdo fresco del desastre en Japón el gobierno decidía no avanzar en esta agenda.

Aún más: a pesar de contar con dos memorándum de entendimiento en investigación (con Francia y Estados Unidos) para desarrollar este programa, el propio Presidente Sebastián Piñera no incluyó este tipo de generación en la Estrategia Nacional de Energía (ENE) y ha sido enfático al señalar que “en este gobierno no se tomará la decisión”.

Tal vez por esto las palabras que ayer vertiera el subsecretario de Energía, Sergio del Campo, en relación a un cambio en esta postura, tomaron por sorpresa hasta el más ferviente defensor de la nucleoelectricidad.

“Los (estudios) vamos a retomarlos el próximo año. Lo que hemos dicho siempre es que, responsablemente, no vamos a detener los estudios. Lo que vamos a hacer es seguir analizando esta posibilidad pensando en los gobiernos futuros”, comentó ayer Sergio del Campo, en el marco de un encuentro con la Cámara de Comercio Chileno-Australiana en la que se analizaba otro tema candente para el ministerio: la falta de garantías para invertir en Chile.

La autoridad aclaró, en todo caso, que no se espera construir una central, sino que solamente tener una guía para que futuros gobiernos tomen una decisión sobre la conveniencia de esta fuente de energía.

¿Qué espera analizar el ministerio? En la secretaría de Estado afirman que los estudios se volverán a licitar el próximo año y que será primordial encausar el trabajo hacia el desarrollo de una estructura tecnológica confiable, un mapa geográfico con sitios aptos para emplazar este tipo de proyectos y un aspecto regulatorio, donde se reformularía el papel de la CChEN.

“Se debe separar el rol de la CChEN que hoy es juez y parte, ahí hay un proyecto de ley que se enviaría el próximo año. El otro aspecto tiene que ver cuáles serían potencialmente las mejores localizaciones. Esto ya será parte del presupuesto”, afirma del Campo.

INVESTIGAR, PERO NO DECIDIR
Tras la entrega del “Informe Zanelli” -de la comisión asesora encabezada por el Doctor Jorge Zanelli-, en 2007, el ministerio encabezado por Marcelo Tokman encargó otros estudios, entre ellos, uno que evaluaba el escenario de precios que involucraría el ingreso de esta energía. Sin embargo, el gobierno de Michele Bachelet no tomó decisiones concretas al respecto y le heredó la responsabilidad a su sucesor, tal como lo hiciera con ella el ex mandatario, Ricardo Lagos.

Al asumir Sebastián Piñera, cesaron las investigaciones, ya que el ex ministro Claudio Raineri consideraba que los estudios “Ya estaban todos hechos”. Según la hoja de ruta del académico de la Universidad Católica, los pasos a seguir eran crear un organismo regulador aparte de la Comisión Chilena de Energía Nuclear -que se centrara en la seguridad- y la formación de personal capacitado.

Una vez concluidos estos desafíos, habría sido posible tomar una decisión a más tardar a fines de 2013 o principios de 2014. Es decir, bajo la actual administración o, a lo sumo, la próxima. Sin embargo, Raineri no culminó su tarea y fue cesado de su cargo en forma abrupta.

AGENDA CORTADA POR EL EFECTO DE FUKUSHIMA
La gestión de Laurence Golborne, quien sucedió a Raineri, tuvo matices distintos. El entonces biministro logró imponer una agenda más vistosa, firmando en 2012 un programa de cooperación público privado con Francia.

¿En qué consistía el acuerdo? Los ministros de Energía y Minería de Francia, Éric Besson, y su par chileno se comprometieron a implementar un grupo de trabajo de empresas de ambos países implicadas en el sector de la energía y otro sobre la formación en el terreno de las tecnologías atómicas, así como la constitución de “una mesa de trabajo” para la minería. Este rubricado además, por el presidente del grupo energético franco-belga GDF Suez, Gérard Mestrallet, y de Quiñenco, Guillermo Luksic.

“Laurence le dio un gran impulso a la agenda de nucleoelectricidad, hasta que llegó Fukushima y se perdió piso político en incluso después se pidió disminuir el presupuesto de la Cechen”, confirma una alta fuente ligada al ministerio de minería.

Porteriormente, el factor Fukushima acompañó por completo la agenda del ministro Rodrigo Álvarez. Coincidentemente en el mismo país en que Laurence Golborne firmó un convenio de cooperación, el gremialista cerraba nuevamente las puertas a una definición sobre el tema nuclear. “No vamos a construir, no vamos a planificar ni a definir nada relativo a la política de energía nuclear en Chile durante este Gobierno”, afirmó el entonces ministro de energía en el Mouvement des Enterprises de France.

“RETOMANDO LA AGENDA"
El anuncio del subsecretario del Campo generó reacciones. El presidente de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo manifestó que en ningún país se puede negar a debatir a algún tipo de desarrollo energético. “Siempre es positivo hacer los estudios y conversaciones. Sin embargo, no tenemos una opinión fundada porque no es algo que hayamos estudiado”.

En el sector se comenta que este anuncio busca retomar la agenda, perdida luego de que escalara hasta la crisis eléctrica hasta el propio presidente Piñera, quien encargó la organización de una cumbre de inversiones no a Bunster, sino que al titular de Energía, Pablo Longueira.

La ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía Vivianne Blanlot, apoyó la iniciativa del Ejecutivo de retomar los estudios para el eventual desarrollo de energía nuclear en el país y dijo entender la reacción post terremoto en Japón. “Más que hablar de un error, fue una reacción natural frente a un fenómeno público muy agudo y habían otras prioridades que se han visto durante este gobierno y que no se habían notado antes”, sentenció. Según fuentes del Ministerio de Energía, La CChEN ha licitado en los últimos años al menos siete estudios relativos a la implementación de la energía nuclear en nuestro país, pero ninguno ha sido completado. Actualmente sobre las oficinas de esta comisión hay reportes geológicos, de factibilidad geográfica y otros, que luego nadie ha mirado.

Los costos serán un factor clave

Al momento de pensar en la energía nuclear es preciso redefirnir cuáles serán sus costos de implementación y operación. Según los especialistas, este tipo de energía debe ingresar siempre como base y desde esa perspectiva, podría perder competitividad.

Para el físico nuclear de la U. Talca y ex director ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, Claudio Tenreiro, la construcción de una planta de este tipo “claramente es una tecnología donde los costos más altos es la instalación, al revés de las tecnologías convencionales donde el costo de combustible u otros son lo caro”. Según el académico, “acá el costo de inversión es muy alto, es un factor 3, 4 o tal vez 5 en comparación con una tecnología convencional. El costo es más alto sin duda alguna, pero donde se hace competitiva es en la operación”.

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