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Chile

La empresa, que cuenta con capital israelí, es propietaria de la central Cardones (ex Tierra Amarilla) y estuvo cerca de quedarse con los activos de Campanario.

Jueves 27 de Febrero de 2014.- Mientras Endesa, Suez y Collahuasi buscan quedarse con algunos de los terrenos fiscales licitados por el Ministerio de Bienes Nacionales para levantar centrales termoeléctricas, un cuarto actor entró en escena.

Se trata nada menos que de la compañía energética peruana Inkia, compañía que presentó dos ofertas en el proceso, mediante la razón social Lihuen S.A, empresa ligada a su filial IC Power.

La presentación fue hecha bajo Lihuen S.A, sociedad constituida en 2013 en Chile y que es presidida por el gerente general de IC Power, Javier García Burgos. Entre sus directores figuran ejecutivos de la misma compañía. El gerente general es Peter Hatton Bunster, ex timonel de Eólica Monte Redondo, empresa ligada al grupo Suez.

La empresa ofertó por los terrenos de Caleta Chica y Caleta Obispo, ubicados en las regiones de Tarapacá y Atacama, Respectivamente. La propuesta alcanzó las UF17.110 (US$710 mil) por cada una de las concesiones.

En la primera de ellas compite con la oferta de minera Collahuasi, mientras que en el caso de Caleta Obispo no tiene rivales, de acuerdo con el acta de apertura de sobres al que tuvo acceso PULSO.

Si bien, la evaluación de las ofertas está en curso, de acuerdo con las bases lo que prima es la propuesta económica. Por ello, se espera que la filial de Inkia se quede con Caleta Obispo, mientras que en el caso de Caleta Chica se inclinaría ante la minera Collahuasi.

El ministerio de Bienes Nacionales tiene siete días para evaluar cada una de las propuestas, tras lo cual entregará su veredicto.

No obstante, la evaluación de la oferta económica permite aventurar que Collahuasi, E-CL, Inkia y Concesionaria PPP (de la que no se tienen mayores antecedentes) se quedarán con una zona cada una, mientras que Endesa se adjudicará dos.


APUESTA POR CHILE

Se trata de un nuevo intento de Inkia por potenciar su presencia en Chile. Actualmente opera la central Cardones (ex Tierra Amarilla), aunque se trata de una unidad de respaldo a diesel, lo que implica que su aporte al sistema eléctrico sea menor.

Tras quedarse con Cardones, Inkia estuvo interesada en quedarse con los activos de la fallida generadora Campanario, aunque finalmente sería Duke Energy el que se quedaría con la actual central Yungay.

La licitación llevada adelante por el gobierno permitirá al concesionario de cada uno de los terrenos levantar una central de al menos 350 MW cada una. Si bien, no se entregarán garantías de que los proyectos van a ser aprobados, sí se seleccionó zonas alejadas de centros urbanos, buscando minimizar el impacto en la población.

En caso de adjudicarse las seis zonas por las cuales fueron presentadas ofertas, y de que los proyectos puedan ser construidos, se agregarán a la matriz eléctrica 2.100 MW adicionales, cifra que puede compararse con los 2.450 MW del proyecto HidroAysén.

Si bien no hay una imposición en las bases de la licitación respecto a la tecnología a utilizar para generar la energía requerida, se trata de lugares aptos para la construcción de generadoras termoeléctricas, sean estas a gas natural o a carbón.

Pulso

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