Bolivia
Martes 01 de Octubre de 2013.- La intención de cerrar la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y reemplazarla por la Empresa Corporativa Minera (Ecormin) no resolverá la crisis administrativa, productiva y de rentabilidad que arrastra esa compañía, coincidieron en señalar los expertos Dionisio Garzón y Rolando Jordán. El cierre supondría liquidar a unos 7 mil obreros, destacó Garzón.
Mientras, el ejecutivo nacional de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), Miguel Pérez, evitó dar su opinión y dijo que su sector “se tomará su tiempo” para analizar el tema.
“Reemplazar la Comibol por otra se parece más a un cambio semántico, porque en el pasado fracasaron muchos intentos por cambiar su estructura orgánica y productiva”, sostuvo Garzón para señalar que, “la Comibol, se llame como se llame, debe ser siempre una corporación con capacidad de administrar de manera rentable las ocho empresas mineras del Estado y generar riqueza”.
En caso de crearse una nueva Comibol, dijo que la medida tendrá un costo muy elevado por la liquidación de aproximadamente 7 mil trabajadores, incluido el personal técnico y la transferencia, a la nueva entidad minera, o a terceros, de aproximadamente 2 millones de hectáreas en concesiones que actualmente detenta. “Ojalá sea un intento válido y no solamente fuegos artificiales”, sostuvo.
En criterio de Jordán, “no se trata de cambiar de nombre para alcanzar niveles aceptables de rentabilidad; sino de hacer cambios profundos, mucho más estructurales, que le permitan operar a Comibol como un verdadero holding de empresas, con autonomía de gestión para generar excedentes”.
Refirió que, actualmente, Comibol no opera con eficiencia ni competitividad, “es prisionera de una burocracia estatal impenetrable, que no permite generar, ni siquiera, información y, lo que es peor, es presa de una gran ineficiencia y corrupción”.
Reiteró que no se trata de cambiar nombre o denominativo; sino de rediseñar toda la ingeniería económica, financiera y administrativa de Comibol, con una concepción distinta y moderna de rentabilidad y utilidad económica para el Estado.
Por su parte, antes de pronunciarse oficialmente sobre el futuro de la Comibol, Pérez dijo que la Fstmb necesita conocer, primero, cuál es el plan de reestructuración y, segundo, en qué consiste el posible cierre de la estatal minera.
“En todo caso, no vamos a permitir un posible cierre de Comibol si no nos da una explicación técnica, económica y jurídica sobre qué va a pasar con las empresas Huanuni, Colquiri, Yacimiento Mallku Khota, San Vicente y aproximadamente ocho proyectos de industrialización minera”, sostuvo Pérez.
Lamentó que el Ministerio de Minería esté propiciando el cierre de la Comibol, cuando esa posibilidad en ningún momento fue considerada a momento de concertar el proyecto de la nueva Ley Minera, proyecto que asigna a la Comibol la responsabilidad de dirigir y administrar la industria minera estatal.
El matutino La Razón señaló en su edición de ayer que el ministro de Minería, Mario Virreira, reveló que la creación de Ecormin servirá para “mejorar la productividad de las empresas mineras estatales”.
“(...) Queremos tener una institución ágil, mucho más eficiente, y en eso estamos trabajando”, sostuvo, citado por ese diario.
Virreira dejó en suspenso el tema al declarar que en una posterior rueda de prensa daría más detalles sobre el anunciado cierre de la estatal minera.
Contradicción
El experto en temas mineros, Henry Oporto, comentó ayer que la intención gubernamental “sorprende, confunde y contradice” el reiterado plan del Gobierno de reestructurar la estatal minera.
Señaló que en el proyecto de Ley de Minería no se menciona la creación de una nueva estatal minera. En su criterio, en el Gobierno hay contradicción, ambigüedad y una intención “muy riesgosa” de no buscar un mejor desempeño, sino de zanjar el conflicto salarial con los trabajadores. Refirió que Comibol precisa una solución integral, pues está lejos de ser una empresa técnica, económica y gerencial capaz de llevar con éxito la industria minera.
Los Tiempos