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Chile

La Asociación de Proveedores Industriales de la Minería estima que cerca del 50% de estas empresas tienen contratos con esta mina, paralizada desde el 9 de febrero.

Lunes 13 de Febrero de 2017.- Hoy se cumplen cinco días de paralización en Escondida, la operación minera de cobre más grande del mundo. Si la huelga organizada por el Sindicato N° 1 se extiende por un mes -como ha estimado la organización gremial-, no solo se verían mermadas las 100 mil toneladas mensuales que produce la mina, sino que también se afectaría el negocio de buena parte de los 1.328 proveedores que ofrecen servicios e insumos a este yacimiento controlado por BHP Billiton.

Según los últimos datos de la compañía, en 2015 se destinaron US$ 4.992 millones a pago de proveedores y servicios locales, de los cuales un 85% correspondió a proveedores de Escondida propiamente tal y un 14% a los que atienden las demandas de la otra operación minera de la empresa, en Pampa Norte.

Juan Carlos Olivares, gerente de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), estima que cerca del 50% de las empresas proveedoras de la minería en Chile tienen algún vínculo con Escondida, que produce el 25% del cobre en el país.

"Lo que más preocupa es la incerteza, la incertidumbre de no saber cómo proyectarse. En el sindicato han dicho que la huelga puede ser de hasta 60 días. Ahora, el mercado está muy restringido, entonces un mes de huelga para nosotros equivale a varios meses", señala Olivares.

Durante los días de paralización, las empresas que abastecen de insumos, como explosivos, químicos y otros, deberán paralizar sus entregas o cambiar sus cronogramas, pero, según Pascual Veiga, presidente de Aprimin, pocos podrían destinar estos productos a otras faenas mineras.

En parte, explica, porque cada minera tiene sus pedidos acordados con anticipación y también porque la proporción de los pedidos de insumos de Escondida no los alcanza otros yacimientos mineros. "Al paralizar la producción se interrumpen los suministros diarios, como explosivos, los recubrimientos de molinos y otros, para los que se tienen que adoptar medidas y logísticas especiales, para así poder recuperar el ciclo habitual de operaciones", sostiene.

Aunque, generalmente, los contratos con proveedores estipulan que en caso de huelga la minera deberá pagar los valores ya acordados, el problema es que las empresas deben decidir qué harán los empleados mientras la huelga se desarrolla, explica Cristián Aguayo, abogado del estudio jurídico Aguayo, Ecclefield & Martínez, que representa a dos proveedoras de Escondida, con 250 trabajadores.

"Los trabajadores en minería están en jornadas de siete días residiendo dentro de la mina. Con la huelga, los contratistas deben resolver si mantienen a sus trabajadores en hoteles cercanos en Antofagasta o si regresan a sus lugares de origen, que no siempre son cercanos. Es un problema de costos, porque no están considerados en los contratos estos cambios logísticos", señala Aguayo.

Añade que en este ambiente de incertidumbre, las empresas se vieron en la necesidad de diseñar planes de contingencia, incluso antes de que el sindicato confirmara la huelga el pasado 9 de febrero. Algunas, por ejemplo, optarían por jornadas de capacitación para sus trabajadores y otras acordarían unilateralmente vacaciones.

Sector golpeado por precios del cobre

Veiga explica que la caída de los precios del cobre paralizó nuevos proyectos de inversión desde 2015. En 2014, según datos de Aprimin, los proveedores de la minería facturaron unos USD 11.000 millones, mientras que en 2016 llegaron a USD 9.000 millones. Además, añade que ahora los plazos de pago son más extensos.

El Mercurio

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