Chile
13 de Febrero de 2012.- El Grupo Luksic tiene puestas varias de sus fichas en el mercado de los combustibles nacional. Es que, con la compra de Shell y Terpel Chile –esta última debe ser autorizada por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC)–, busca amenazar el dominio que tienen en esta industria la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y Copec, holding ligado a los Angelini.
El golpe bajo
La principal apuesta de los Luksic, a través de Enex Chile, es debutar en la importación de petróleo. Es que en el país, la actividad de refinación de éste y la producción interna de sus derivados es realizada única y exclusivamente por ENAP en sus refinerías de Aconcagua, Bío Bío y Magallanes, mediante las que abastece en promedio el 47% del mercado local.
El 53% restante corresponde a la introducción de petróleo refinado, lo que es llevado a cabo por ENAP en un 22% y por Copec en un 31%. Pero ahora, con la adquisición de Terpel, el holding de origen croata mejorará la capacidad de transporte por barco, ya que podrá asumir los costos y los riesgos económicos asociados, a la luz de sus fuertes espaldas financieras.
“La fusión entre Shell y Terpel haría posible la importación de productos refinados a precios competitivos para el consumidor, lo que disciplinaría a ENAP y a Copec”, indica un escrito del conglomerado al TDLC.
Eficiencia minorista
En ese sentido, uno de los principales canales en que se potenciará Enex Chile, será en el de la distribución minorista, que significa el 36% de los ingresos de la industria. Considerando que, de acuerdo al Grupo Luksic, el precio del combustible líquido se compone en mayor porcentaje por el valor entregado por ENAP. Así que al disciplinar a la petrolera estatal, ésta “mantendrá precios de paridad de importaciones reales”.
Respecto a datos de mercado, la fusión Shell-Terpel tendrá el 25% del negocio minorista y 495 estaciones de servicio, consolidándose como el segundo actor y acortando las distancias con Copec, que seguirá de todos modos a la cabeza del sector con alrededor del 60% y 625 estaciones de servicio. No obstante, la jugada de los Luksic irá por desafiar sobre todo en el área urbana a la sociedad de los Angelini, potenciando al mismo tiempo el segmento de retail.
De hecho, Enex Chile quedaría con casi 160 tiendas de conveniencia, contra las 230 de Copec, pero promete elevar significativamente la cifra.
En estaciones de servicio urbanas, la competencia es mano a mano. Copec suma el 39% en número y el 51% en volumen de ventas, a la vez que Shell-Terpel cuenta con el 36% en servicentros y 29% en términos de ingresos. A la vista de los datos, los Angelini exhiben un “mayor índice de eficiencia en cada estación, por eso se muestran con más volumen de ventas”. Cosa que los Luksic intentarán volcar.
La otra movida minorista de los Luksic será en las estaciones de carretera, en las cuales Copec arrasa con el 52,6% en número de puntos de venta y el 68,6% en volumen. Enex Chile, en tanto, engloba el 28,7% de los servicentros y el 19,3% de los ingresos generados, con lo que pondrá parte relevante de sus inversiones en este ítem.
Negociaciones industriales
La fusión Shell-Terpel, en la parte industrial –que representa el 64% de las ventas sectoriales–, tomará el 24% de la operación, lejos todavía de Copec que suma el 60%. Pero un documento de los Luksic al TDLC admite que ahora “se podrá acceder de mejor manera a lo que antes le era muy complejo, como es el caso de la generación eléctrica y los combustibles marinos”.
Con ello, los Luksic mejorarán las condiciones de venta con las empresas mineras y eléctricas –los clientes más asiduos–, en medio de los típicos procesos de licitación, donde participan actores nacionales y extranjeros. Entre ellos, Copec y ENAP, a quienes se enfrentará “de igual a igual”, más aún con el inicio de sus importaciones de petróleo.
Además, “al integrar la red de clientes industriales y de estaciones de servicio de Shell y Terpel, se darán mayores alternativas de comercialización y una cobertura geográfica más amplia, lo que se reflejará especialmente tratándose de transportistas”, junto con el uso de sistemas de pago más avanzados como tarjetas de prepago o de crédito, cuyo uso y penetración se incrementará.
Más almacenamiento
En Chile existe una capacidad de almacenaje de 1.938.154 m3 destinados a combustibles refinados, de los cuales 1.526.190 m3 son de ENAP y Copec, quienes en conjunto ostentan en propiedad un 78,7% del total.
Shell suma 102.000 m3 en capacidad de almacenamiento entre las regiones XV y XI, en su mayoría mediante Comac, sociedad en que opera con Copec. Terpel, por su lado, cuenta con 71.000 m3 entre las regiones V y la X, en gran medida aliada con ENAP.
Sin embargo, los Luksic adelantan que “no existen restricciones para el desarrollo de plantas de almacenamiento en el país, existiendo disponibilidad de terrenos para tal fin, sin que las inversiones deban ser significativas”. Ello, para la recepción de futuras importaciones de petróleo refinado.
Y aunque el 98% de los combustibles líquidos que abastecen la demanda de la zona centro-sur del país son transportados por una red de oleoductos cuya propiedad es de ENAP o Sonacol, Shell tiene un 15% de la propiedad en esta última sociedad, a diferencia de Terpel, siendo una relevante sinergia.
Pelea por mitigaciones
Los Luksic rechazan las mitigaciones exigidas por la Fiscalía Nacional Económica en la fusión Shell-Terpel, argumentando que es “improcedente y discriminatorio” que se obligue a Enex Chile a desprenderse de al menos una estación de servicio Shell o Terpel en nueve comunas del país que fueron consideradas como “riesgosas para la libre competencia”. Tras la audiencia pública recientemente realizada, será el TDLC el que decidirá si da el visto bueno a la fusión, y si es que lo hace con o sin las condiciones de la FNE (Estrategia).
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