Internacional
El metal amarillo marca un récord absoluto tras otro. Los US$ 1.590 del viernes 15 superan los 850 dólares constantes registrados el 20 de enero de 1981. En un año, la onza troy (31,104 gramos) subió cerca de 38%. El cobre acompaña, pero a distancia.
18 de Julio de 2011.- Por otra parte, persiste la volatilidad. En el curso de esa jornada, o sea entre Hong Kong y Chicago, los precios oscilaron de US$ 1.580 a 1.594. “Esto no es una burbuja –sostienen analistas londinenses y parisinos, sino la culminación de un proceso que ha tomado tres años”.
Pero varios expertos dedicados a metales preciosos y críticos (plata, platino, paladio, cobre, etc.) no descartan vaivenes más pronunciados. Nadie toma en serio la proyección de un italiano, Antonio Foglia, que menciona un pico de US$ 5.500. Ese valor haría polvo el dólar y el euro, pese al escaso volumen del mercado. Pero puede haber macro oscilaciones entre US$ 1.450 y 1.700.
Sea como fuere, este auge del oro y casi todos los anteriores, desde 1973 no responden a factores técnicos, sino psicológicos. Por ejemplo, evaluar costos de extracción depende de los precios de hidrocarburos y otras variables. Son componentes ajenos a la mera especulación o a quienes ven en el metal un refugio duro contra la volatilidad: se compra para sentirse seguro. Con las monedas de oro, el fenómeno tienen fundamentos aun menos consistentes: quien atesora napoleones, táleros autríacos o soberanos, vive en otro mundo.
Ahora bien ¿cómo sigue la película? Si la clave es la imparable deuda pública de Estados Unidos y varios países de la Eurozona, el panorama es inquietante. Máxime con parte de la Unión Europea a la sombra de extremismos xenófobos (Hungría, Finlandia. Holanda, Dinamarca, Francia, etc.). Justamente, París da el tono acuñando las primeras monedas de oro mil euros y plata (Mercado.com)
Portal Minero