Internacional
21 de Marzo de 2011.- Más allá de las fuertes fluctuaciones que día a día pueda evidenciar un activo, se debe reconocer que el precio del cobre ha demostrado una gran capacidad de resistencia ante eventos inesperados y adversos.
Uno de ellos fue el brote de manifestaciones populares que cobraron vuelo en las redes sociales, y que terminó con líderes derrocados en Túnez y Egipto, mientras que en Libia sigue una sangrienta lucha.
Estos elementos que se han ido desencadenando desde el verano (del hemisferio sur), provocaron preocupación entre los inversionistas, principalmente por el impacto que pudiese tener en el normal suministro de petróleo a Europa. Así, la aversión al riesgo aumentó y, con ello, la volatilidad regresó a los mercados. Sin embargo, el metal rojo sigue firme.
El 14 de febrero se transó en un máximo de US$4,603 la libra y un mínimo de US$4,281 el día 24 de ese mes, con un promedio de US$4,47 por libra.
A este antecedente de conflictos se agregó ahora el terremoto, tsunami y posterior emergencia nuclear en Japón, lo que ha implicado que las principales clases de activos presenten deterioros ante la incertidumbre de los hechos y su implicancia. Pese a ello, el cobre no ha descendido de los US$4 la libra (llegó a US$4,07), mientras que ayer culminó en US$4,28 la libra.
Al parecer los inversionistas están confiando aún en los más básicos de los fundamentos de este commodity: la oferta de este año no alcanzará a satisfacer la demanda. Adicionalmente, está la presencia de agentes que apuestan al cobre como un refugio (Estrategia).
Portal Minero