Chile
El desastre generado en Japón tras el terremoto ha despertado ciertas dudas sobre esta alternativa. Pero se deben encontrar nuevas matrices energéticas para no afectar los sectores productivos y eso debe llevar, a juicio de Alberto Salas, el tema al
29 de Marzo de 2011.- La minería en los últimos 5 años ha representado el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, aportando 51 mil millones de dólares a las arcas fiscales.
Estas cifras, además, han posicionado a Chile como potencia mundial, aportando la tercera parte del cobre que se consume en el orbe. El año pasado se produjeron 5 millones 400 mil toneladas y con el plan de inversiones que ha anunciado la industria de 55 mil millones de dólares de aquí al 2018 se prevé que el país llegue a generar del orden de los 8 millones de toneladas. Además, se va a pasar de 40 toneladas de oro actuales a 100 al año, ubicándose entre los top ten del mundo.
Hoy el escenario mundial los favorece y de eso está consciente el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI). Los desafíos y las proyecciones de la actividad son inmensos. Por lo pronto, la meta es crecer el 2011 un 6% y pasar de 5 millones 400 mil toneladas a 5 millones 800 mil toneladas de cobre anual. El precio del metal rojo se eleva a niveles insospechados y no se avizoran razones para que esto se revierta. Deberán, eso sí, los empresarios superar la barrera que se les presenta con la crisis energética y la falta de fuentes de generación.
De esto y de cómo se preparan para abastecer la demanda mundial nos habla el representante de la pequeña, mediana y gran minería del país.
¿Cuáles fueron los efectos del terremoto de Japón en los envíos chilenos?
“Efectivamente se tuvo que desviar algunos embarques, pero no hubo ningún problema para la industria. Hubo varias fundiciones que se vieron perjudicadas, a las cuales las empresas chilenas les vende el concentrado, pero ha sido relativamente fácil desviar los envíos a regiones chinas o del sudeste asiático”.
¿Qué se espera para los próximos meses?
“Este terremoto va a afectar la economía mundial, pero con posterioridad y muy en el corto plazo va a haber una demanda muy fuerte por las materias primas y eso nos beneficiará”.
En la región se aprobó un presupuesto de gobierno histórico para la minería. ¿Qué opinión le merece esta situación?
“Creo que la Región de Coquimbo está siendo líder en el país en implementar instrumentos que apunten a mejorar la capacidad productiva, en este caso de la pequeña minería. Aquí ha habido una gran labor del intendente (Sergio Gahona) y de la seremi de Minería Jocelyn Lizana.
“Han dado un paso más avanzado, el programa que tiene la seremía es no sólo regularizar y tener los permisos, si no que capacitar y seguir con ellos en temas que van a terminar en un programa de producción limpia, para que también esa gente cumpla las normas medioambientales y entienda que la minería tiene que ser sustentable, por muy pequeña que sea, y tiene que cumplir todas las exigencias”.
¿La región lleva la delantera en estas materias en Chile?
“Por supuesto, la región tiene un liderazgo a nivel país y hay que felicitar a la seremi y al intendente porque se la jugaron en este tema y nosotros estamos muy contentos porque creo que es la manera, que esfuerzos públicos y privados y organizaciones se unan. Aquí hay un tema de gestión, es cierto que hay muchos recursos, pero no hubieran sido posibles sin la capacidad de entender y buscar los instrumentos para poder potenciar un sector que demanda mano de obra y que contribuye al crecimiento de la zona”.
Existe un grave problema de falta de agua. ¿Qué acciones se están tomando en la minería para resguardar el recurso?
“La minería está usando el agua eficientemente, en general tanto en los procesos de explotación de los minerales sulfurados como la lixiviación de los minerales oxidados el uso es cada vez menor. El consumo de la industria es de clase mundial”.
Pero, ¿se han buscado alternativas, se busca invertir?
“La minería ha ido resolviendo en tema del agua en el norte sobre todo con agua de mar, a través de las desalinizadoras. Pero esto tiene otro efecto y es que se requiere mucha energía para ello y para llevarla del mar hacia arriba y para ello se necesitan termoeléctricas, que emiten CO2. Entonces, son contrasentidos que hay que mirar con cautela”.
¿Cómo afecta a la industria la crisis energética?
“Sin duda es vital, lo hemos conversado con el Presidente Sebastián Piñera y el ministro (Laurence) Golborne, el Gobierno tiene absolutamente claro esto, se está trabajando para cambiar las políticas. Si queremos ser un país desarrollado tenemos que duplicar nuestra matriz energética de aquí al 2020 y volver a duplicarla al 2030”.
¿Hacia dónde se debe apuntar?
“En el largo plazo lo que nosotros hemos afirmado, con mucha responsabilidad, es que no debemos descartar ninguna fuente de energía, entre ellas la nuclear. Es cierto que lo del terremoto en Japón puede generar dudas, pero pone más temas en el debate. Hay que discutirlo, porque es una fuente de energía que no contamina y contribuye al no calentamiento global.
“Hoy se están construyendo más de 60 centrales nucleares simultáneamente en el mundo y los países desarrollados sí la ocupan, por lo tanto nosotros, si dependemos de energía externa porque no tenemos vamos a tener que pensar seriamente en eso. Cumpliendo con todas las normas, llegando a consenso, tiene que ser un tema país.
“Como es un tema a largo plazo, hay que prepararse hoy, porque si hay 60 centrales nucleares contruyéndose en el mundo. Cómo van se va a encontrar en ingenieros capacidades. Por eso ahora debemos educar a jóvenes talentosos y enseñarles”
¿Y las energías renovables son una alternativa?
“Creo que son muy importantes, y cada vez es más competitiva, antes tenía costos tan altos que no se podía usar, pero no son suficientes. Es imposible abastecer las necesidades de un país como éste con ese tipo de energías, tiene que ser un complemento, que todas tengan una participación y buscar cuál es la óptima. Tiene que haber energías renovables, pero se necesita energía y ser más competitivos, con altos costos en energía no se puede competir con naciones como Perú o Brasil, por eso tenemos que preocuparnos por estas políticas ahora”.
COBRE. Respecto de las proyecciones de precio que se avizoran para el metal rojo en los próximos años, Salas señala que “la demanda sigue creciendo en niveles de 10% al año en China, Japón, el sudeste asiático y los países desarrollados también demandan materia prima. El mundo quiere más cobre del que se produce. En relación al 2010 requiere 1 millón de toneladas más y los productores van a darle 500 mil y eso hace que se equilibre con un precio más alto”.
Asimismo, añade que “se prevén precios de este nivel a futuro por lo menos dos o tres años más. Precios superiores, además, pueden ser perfectamente factibles, pero lo importante es que los promedios son altos y es por esta demanda insatisfecha” (Diario El Día).
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