Chile
Preocupa que el gobierno que terminó no haya luchado más por la privatización de Codelco y que el gobierno que se inicia quiera más Estado. AFP deben entrar a la propiedad de la minera estatal.
Martes 18 de Marzo de 2014.- Al iniciar su período el nuevo gobierno, al cual todos le deseamos éxito por el bien de Chile, parece oportuno reflexionar sobre los millonarios bonos para trabajadores de empresas del Estado. Los bonos por "término de negociación" se han transformado en una práctica injusta, discriminatoria y peligrosa para la normal marcha de empresas que pertenecen a todos los chilenos. Codelco está en el tapete en esta materia, porque a pesar de aumentos en los costos, la mayor competencia de empresas privadas nacionales y extranjeras, y un precio del cobre no siempre estable, acuerda con sus trabajadores bonos desproporcionados. Da la impresión de que no solo en Codelco, sino también en otras empresas y servicios del Estado, se está instalando una práctica muy peligrosa. La administración superior o el gobierno corporativo de estas empresas está bastante limitado en sus atribuciones, producto de la amenaza de huelgas legales o ilegales, donde dirigentes sindicales mal asesorados y con una visión sesgada de lo que es una empresa pública lideran movilizaciones que ponen en riesgo la marcha de las operaciones y, en definitiva, extorsionan para lograr sus objetivos.
La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué debe haber un bono por término de negociación? ¿Procede? Este ciudadano considera que no procede y que es una vergüenza que ya la mayoría de las grandes negociaciones colectivas den por incorporado este bono. Hemos visto en los medios el festín que significan para ciudades como Antofagasta, Calama o Rancagua, las compras sin límite de joyas, camionetas y bienes de lujo por parte de trabajadores a los que por el solo hecho de trabajar en Codelco o en alguna institución del Estado se les asegura por parejo un bono exorbitante.
Los bonos por parejo, sin mediar productividad individual, son por definición injustos y solo dan espacio para que líderes sindicales busquen figuración y poder personal con fines políticos.
Simultáneamente, hay otros trabajadores del Estado que trabajan mucho con salarios muy modestos. Estamos frente a una discriminación que no se ajusta a lo que debería ser un equilibrado sistema general de incentivos. Preocupa, asimismo, que el gobierno que terminó no haya luchado más por la privatización de Codelco y que el gobierno que se inicia quiera más Estado. Como este ciudadano ya lo ha planteado, una privatización parcial de Codelco, que las AFP puedan entrar a su propiedad, sería un paso en la dirección correcta, para ir eliminando feudos de unos pocos en desmedro de la mayoría. Un gobierno corporativo más plural y más empoderado es la única salida a esta situación impresentable.
En instituciones como Correos, Registro Civil, Aduanas, etcétera, corresponde reanalizar la forma en que se reajustan los salarios y cómo se mide la eficiencia de sus trabajadores, que deben servir a los clientes con profesionalismo y, en algunos casos, sin posibilidad de paros, pues los usuarios no deben esperar. En momentos en que la economía vuelve a crecer a niveles más moderados, es oportuno que trabajadores y ejecutivos sean responsables de lo que piden, en pro de lograr un país más justo, más estable, más competitivo y menos discriminatorio. Los dueños de las empresas estatales, incluida Codelco, somos todos los chilenos y ningún trabajador o dirigente debería presionar por privilegios a la hora de definir salarios o compensaciones.
Pulso / Opinión