Chile
Con el quiebre del cartel del potasio se abrió un espacio para que la canadiense cuente con la mayoría de las acciones.
Martes 04 de Marzo de 2014.- Hace casi trece años que la canadiense Potash Corp. of Saskatchewan (PCS), ingresó a la propiedad de SQM, y hace casi la misma cantidad de años que la compañía, ha tenido por objetivo convertirse en el controlador de la misma.
Sin embargo, por primera vez en todo este tiempo dicha empresa tiene una posibilidad en el horizonte para concretarlo. Esto porque la caída que han vivido las acciones de la minera no metálica local desde el fin del cartel del potasio, junto a las eventuales repercusiones que podría tener la investigación que lleva a cabo la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), en paralelo a la que lleva la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, han hecho que nuevamente PCS dé a conocer su interés por controlar SQM.
Y es en este escenario que toma un rol protagónico un grupo que si bien tiene sólo cerca de 2,08% de los papeles, tendrá mucho que decir frente a las intenciones de la canadiense.
Es así como el holding nipón Kowa, que mantiene un pacto de “actuación conjunta” con una serie de sociedades controladas por Julio Ponce se debiera convertir, si Potash decide concretar sus aspiraciones, en una de las primeras vallas que sortear.
¿Por qué es tan fundamental? mientras el grupo Pampa es dueño del 31,97% de las acciones de SQM, y PCS controla el 32% de las mismas, al sumar la participación de Kowa, Ponce queda como controlador indirecto de la compañía.
Este mismo hecho demuestra una de las diferencias entre ambos gigantes internacionales: mientras uno (Kowa) busca una participación accionaria que lo vincule a negocios relacionados a su core business (comercio exterior, manufactura, equipos médicos, etc), la otra (PCS) tiene la costumbre de controlar las empresas en las que pone su bandera.
DF