Chile
Miércoles 19 de Marzo de 2014.- “Si su excelencia el Presidente de la República no hubiese participado en las Cascadas, no habría caso Cascadas”. La declaración, la única hecha ante los medios por Julio Ponce Lerou, no fue casual. La lanzó el viernes 7 de marzo pasado, tras entrevistarse con el Fiscal José Morales, la esparció por unos segundos ante la televisión, la radio y medios escritos y, luego, desapareció.
Los dichos del presidente de SQM y controlador de las sociedades Cascadas tienen un sentido que, aunque no es nuevo, aparece central en su relato. Sebastián Piñera, el ahora ex Presidente de Chile, fue la contraparte de Ponce, en el origen del caso a comienzos de 2008, cuando remató más del 10% de la propiedad de Pampa Calichera. Y ganó dinero con ello.
Lunes 12 de mayo de 2008. 12 p. m. con 34 minutos y 34 segundos. Es el momento clave en la historia. La corredora LarrainVial concreta el remate de 151 millones de acciones Pampa Calichera. Se la adjudica la misma corredora. Por eso, se le llama un remate OD (Operación Directa). Se hace en un sólo paquete y el mercado había sido informado 20 horas antes.
Es el big bang del escándalo financiero más relevante de las últimas décadas, que alcanzó su peak la semana pasada cuando se reveló el testimonio de Julio Ponce ante la Fiscalía, donde acusa a Piñera de haber intervenido en el caso Cascadas al menos en dos oportunidades, una en un comité político en La Moneda (versión descartada por todos los presentes) y la otra en una “reunión social”, en una conversación con el abogado Darío Calderón, cercano a Ponce.
La operación del 12 de mayo de 2008 la protagonizan justamente Julio Ponce y Sebastián Piñera. Este último, a través de las sociedades de su propiedad, Axxion y Bancard Inversiones Limitada, vende 146.227.126 de acciones Calichera A. Le compra Sociedad de Inversiones Oro Blanco, que preside y controla indirectamente Julio Ponce.
Piñera recibe US$ 153,97 millones por dichos papeles, que representan el 10,2% de Pampa, la principal vía de participación del grupo de sociedades Cascadas en SQM.
Esta operación no forma parte del esquema enunciado por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) para acusar a Ponce, a personeros de su entorno, además de un encumbrado grupo de personas y empresas encabezadas por Leonidas Vial, el dueño de LarrainVial.
Para Ponce, esta operación es exactamente igual a las que hizo entre 2009 y 2011 y que sirvieron de base a la SVS para formularle cargos. Para la autoridad, no tienen ninguna relevancia, pues Piñera no tiene vínculos con Ponce y no existirían elementos que expliquen un interés por coordinarse en dichas operaciones.
Fuentes que conocieron de dicha operación reconocen que tanto Piñera como Ponce sabían quién sería el comprador. “No existe nada de malo que sea así”, afirma una fuente, que no se anima a decirlo en público.
Cuando Piñera pone a la venta las acciones ya sabía que difícilmente habría competencia. El paquete costaba más de US$ 150 millones y quien se interesara debía conseguir los dineros entre el viernes, cuando se hace la inscripción del remate en la Bolsa, y el lunes, cuando se coloca. AFP y fondos institucionales como Moneda, eran candidatos naturales, pero nadie terminó con acciones.
¿Y el precio? Oro Blanco paga $ 496 por cada acción, pese a que 36 minutos antes se cotizaba a $ 465. De hecho, el promedio de operaciones en el día, sin considerar la salida de Piñera, es de $ 465, un 7% menos.
Pero si el precio se compara con los meses previos, las diferencias a favor de Piñera son el doble respecto de tres meses anteriores, un 8% más que 15 días antes, un 19% más que un mes antes y un 34% sobre el precio de 60 días atrás.
El daño para los minoritarios sería grande, considerando la diferencia de precio a la que compró Oro Blanco. Pero Piñera no es controlador, aunque en ese momento tiene a Juan Luis Rivera en el directorio, quien renuncia tres semanas después que se concreta la salida de las sociedades de la propiedad, dejando el cupo a un cercano de Ponce.
Dado que se considera un accionista más, desde su entorno dicen que, si hubo daño a los minoritarios de las Cascadas, no es su responsabilidad. Sus detractores advierten que sabía que el comprador serían las Cascadas y Ponce y que aun así le vendió caro. Pero así funciona el mercado, replican cercanos a Piñera.
Luego de esa operación, las sociedades de Piñera venden su participación en otras dos Cascadas. El 22 de mayo, Axxion y Bancard venden 1.671 millones de acciones Norte Grande en US$ 22,7 millones, papeles que son adquiridos por SQYA, sociedad a esas alturas controlada absolutamente por Ponce. Parte importante de la operación se hace con las mismas características de la compra-venta de Calichera 10 días antes.
Y el mismo día, Norte Grande compra 1.900 millones de acciones de Oro Blanco y SQYA adquiere otras 283 millones (2.183 millones de acciones en total). Ese día se venden 4.445 millones de acciones Oro Blanco en el mercado y el 70% de ellas (3.147 millones de acciones) las vende Piñera a través de Bancard, Axxion e Inversiones Santa Cecilia. Nuevamente, las operaciones las realiza LarrainVial y son mayoritariamente remates en que la corredora de León Vial está en ambas puntas.
Por las ventas del 22 de mayo las firmas de Piñera reciben US$ 44,22 millones. Sumadas a las del 12 de mayo, el ahora ex mandatario ingresó a su bolsillo más de US$ 220 millones.
En todos los casos, los sobreprecios respecto de valores de 15, 30 y 60 días son abultados, pero la tesis del precio de mercado puesta por la SVS es refutada en forma generalizada en el mismo mercado.
Incluso, entre quienes cuestionan las operaciones de Ponce desde 2009 en adelante, y aún más a nivel de especialistas cercanos al ex mandatario. “El precio de mercado es el del día y el rango de variación es 10%”, manifiestan las fuentes.
El punto es que Piñera, según cálculos hechos sobre la base de la compra y venta que hizo de Calichera, Oro Blanco y Norte Grande desde 1998, ganó más de US$ 130 millones, incluyendo los dividendos recibidos.
Las ventas de Piñera en mayo de 2008 abren el largo camino de operaciones de las Cascadas que terminaron en los cargos de septiembre de 2013.
Para comprar dichas acciones y otras en el mercado, Ponce –controlando las Cascadas– lidera una estrategia de endeudamiento con bancos y entre algunas Cascadas. El endeudamiento en sociedades, sobre todo Norte Grande y Oro Blanco –que casi no tenían pasivos financieros–, se eleva por US$ 500 millones y las coloca en una situación financiera estrecha cuando llega la crisis subprime.
La SVS le cuestiona a Ponce que Norte Grande y Oro Blanco compraran tantas acciones con deuda, pese a que tenían aprobados aumentos de capital por más de US$ 200 millones en ambas sociedades. Ponce refuta que no había tiempo para concretarlos y no podía correr el riesgo de que las compraran potenciales competidores en el control.
En efecto, los aumentos de capital de ambas firmas se aprueban en las juntas del 29 de abril de 2008, dos semanas antes de que Piñera enajenara papeles.
Pero la SVS le critica también la forma en que Ponce lleva a los directorios a concretar las operaciones. El directorio de Oro Blanco aprueba el aumento de capital el 9 de abril de 2008, pero en Norte Grande no se había informado que la sociedad que controlaba (Oro Blanco) llamaría a aumento de capital. Algo similar había ocurrido en Pampa Calichera, la sociedad que participa en SQM, con un aumento de capital al que llamó en las mismas fechas.
Tanto en Oro como Calichera, el único que no aprobó los aumentos de capital fue Juan Luis Rivera, director elegido con votos de Piñera y que es histórico asesor del ex mandatario. La SVS hace referencia a su voto en contra en los directorios, pero no da detalles acerca de si hizo algún tipo de intervención.
Vuelve a la carga
Pero el vínculo de Piñera con las Cascadas no muere en mayo de 2008. En los siguientes meses y hasta 10 días antes que anunciara la creación de su fideicomiso ciego el 27 de abril de 2009 –en plena campaña presidencial de ese año–, invierte US$ 54 millones en acciones de Oro Blanco y Norte Grande y realiza ventas por una cifra levemente inferior a la mitad de las adquisiciones.
Aunque esta vez el negocio no es tan bueno y al momento de traspasar las acciones a Moneda Corredores de Bolsa Limitada, maneja acciones equivalentes al 2,6% de Norte Grande y 1,2% de Oro Blanco. El valor de sus acciones al 27 de abril de 2009 era de US$ 36 millones y, a la fecha, no superaría los US$ 14 millones.
La tesis de Ponce es que Piñera sigue teniendo interés en SQM y las Cascadas, ha perdido dinero en el último tiempo en dichas inversiones y apuesta, junto a Moneda y las AFP, a que Ponce fusione las Cascadas o que cambien los controladores para hacer una “pasada”. Cercanos a Piñera señalan que el ex mandatario no influye en la gestión de Bancard desde hace años, que el fideicomiso es realmente ciego y sordo y que la intervención del amigo de Piñera, José Cox, ante Darío Calderón en 2012 para fusionar las Cascadas fue a título personal y jamás en representación de Piñera, algo llamativo, dado que Cox es director de Bancard.
Para los detractores de Ponce, su estrategia busca desatender el punto de fondo hecho por la SVS y que apunta a que realizó reiteradas operaciones aprovechando el control que tenía de los directorios, siendo él el principal comprador y vendedor en muchas de las operaciones desde 2009 a 2011. En varias de ellas, la SVS incluye como sus cómplices (relacionados, vinculados o instrumentales) a Leonidas Vial, Roberto Guzmán, Albert Le Blanc y LarrainVial, entre otros.
Quedará por ver si Carlos Pavez, el sucesor de Fernando Coloma en la SVS, se compra la historia de Ponce o ratifica la de Coloma y Hugo Caneo, ambos gladiadores hoy fuera de competencia. Y ambos renunciados.
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