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Chile

Miércoles 26 de Marzo de 2014.- Nuestro país tiene una enorme deuda y enfrenta un gran desafío con el recurso hídrico. La reciente celebración del día mundial del agua, que ocurre desde hace 20 años al amparo de Naciones Unidas, nos provee el espacio para reflexionar.

El agua no sólo es esencial para la población, la producción industrial, la agricultura, la generación de energía, para el crecimiento de las ciudades, para el turismo, es también esencial para la subsistencia de los ecosistemas, tiene un enorme valor paisajístico y un gran valor cultural. El agua es la materia prima de la vida. El país tiene una deuda en términos de pensar qué queremos cuando hablamos de disponibilidad del recurso, su calidad, su distribución o su gestión. Se requiere construir una visión basada en un diálogo multisectorial, en un deseo genuino de pensar con generosidad y mirada futura.

Pensar en que el “problema” del agua está dado por la sequía, es lo mismo que centrar la discusión sobre la política energética en Hidroaysén. El dicho de que los árboles no dejan ver el bosque aplica perfectamente en estos casos.

Repensar la gestión hídrica es clave para la sustentabilidad del país y para su desarrollo. Más allá de que estamos en un período de casi cinco años de sequía y que afecta a una buena parte del país, la complejidad va más allá. Con el término de la sequía, que todos esperamos sea pronto, no desaparece el desafío.

Aunque impensado hace sólo unos años, hoy la sociedad chilena se manifiesta en las calles por el derecho al agua, ha habido protestas, detenidos y hasta tiroteos entre regantes, al más puro estilo del lejano oeste. No es por cierto una realidad que queramos ver, pero es real. Recientemente un grupo de Green Peace declaró la República Glaciar, para proteger glaciares en territorio nacional.

Necesitamos pensar en ciudades más inteligentes, que den cuenta del entorno geográfico en donde están enclavadas.

Santiago, por ejemplo, localizada en una zona semiárida, tal vez requiere una nueva mirada que dé cuenta de esto, con jardines adecuados, recurso de aguas, zonas de infiltración de aguas lluvias y hasta pavimentos permeables. La equidad en la distribución es también una materia que debe ser mirada.

DF

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