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Chile

Solicitud hecha a quien lideró la instancia, Juan Antonio Guzmán, apunta a agilizar el proyecto de ley, que inicialmente estaba proyectado para septiembre. Inicialmente, recogerá las opiniones de privados sobre la carretera. Tiene sólo 30 días de trabajo.

11 de Junio de 2012.- La señal que los privados fueron a buscar a La Moneda el viernes pasado -en la verdadera "cumbre eléctrica" que se realizó en palacio y que incluyó a representantes de las mayores generadoras eléctricas del país-, la consiguieron: apurar la carretera eléctrica pública.

Para que esto se materialice a la brevedad, el presidente Sebastián Piñera decidió reactivar una instancia que fue muy aplaudida por los privados: la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE), esta vez con el foco puesto en la carretera eléctrica pública.

El trabajo del CADE fue la base de la Estrategia Nacional Energética (ENE), que presentó el presidente en enero pasado, y en la que cumplió un rol fundamental el ex ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, y que se vio empañada, precisamente, por las dificultades que supuso el cambio de ministro.

La idea surgió durante la misma reunión. Piñera preguntó a sus ministros cuál era la fecha estimada de envío al Parlamento del proyecto de ley. "Septiembre", respondió su ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet. La fecha estimativa no convenció a al mandatario, que pidió apurarlo para agosto.

Para concretarlo solicitó a Juan Antonio Guzmán, quien presidió el CADE, que reactivara esta entidad, según confidenció a PULSO uno de los participantes de la reunión con Piñera, a la que además del ministro Larroulet llegaron el titular de Energía, Jorge Bunster, y el subsecretario del ramo, Sergio del Campo.

Para concretar esta tarea, el CADE "2.0" contará sólo con treinta días. Su foco estará puesto en la recopilación de iniciativas relacionadas con el proyecto de carretera eléctrica pública, iniciativa sobre la que no hay mucha claridad, pues supone no una, sino que varias modificaciones legales.

A las opiniones también se le sumarán las visiones de los privados que participaron en la reunión, entre los que se cuentan los principales actores de generación (Endesa, Enersis, Colbún, AES Gener, Guacolda y Suez), a las que se sumó Transelec.

Juan Antonio Guzmán presentará las conclusiones al propio ministro Larroulet, quien decidirá cuáles incorpora. La autoridad tendrá parte de julio y agosto para elaborar el proyecto de ley que entrará al Congreso.

DISCREPANCIAS 
Los privados aplaudieron la iniciativa, pues permitirá destrabar una de las dudas clave sobre este proyecto: cómo será.

De acuerdo con versiones de privados, el principal punto de discordancia es qué se hará. Mientras algunos sostienen que se trata de una línea de transmisión que recorrerá el país -algo que, en rigor, nunca se ha planteado- lo que el gobierno pretende establecer son franjas fiscales para permitir el paso de las líneas, lo que ahorrará todo el proceso de negociaciones con los privados, trámites de concesiones y otros.

Otro punto en el que no hay acuerdo es en la longitud del trazado. Mientras  el gobierno está pensando en una carretera eléctrica pública por etapas -la primera de ellas uniría el tramo Calbuco-Charrúa- algunos privados han  pedido que sea mayor, y que al menos cubra entre Santiago y Calbuco, cerca de la puerta sur de Aysén. Incluso más. Entre las ideas planteadas por cercanos al proyecto Hidroaysén figura que el tendido llegue hasta la undécima Región, lo que en el gobierno no han analizado.

Como parte de la reunión, y en particular sobre Hidroaysén, Piñera no fue tan enfático en respaldarlo, pues planteó que no está apoyando ningún proyecto en particular.

Sin embargo, el presidente sería de la idea de que es necesario explotar los recursos hidroeléctricos de la Patagonia, dada la riqueza que existe, y que ha sido calculado no sólo en los 2.750 MW de potencia de Hidroaysén, sino que en cerca de 9.000 MW, sumando una serie de proyectos que podrían desarrollarse.

Ambos puntos dejaron tranquilos al sector energético, que estaba a la espera de señales concretas de preocupación por parte del Ejecutivo de que sí está atento al desarrollo del sector en el país.

No obstante, fue enfático en señalar que el desarrollo eléctrico necesita de un consenso político a nivel nacional, cuestión que no se ve fácil de conseguir, sobre todo teniendo en cuenta el rechazo que algunos parlamentarios han manifestado en contra de la explotación de los recursos hidroeléctricos en Aysén, a la termoelectricidad y a cambiar los parámetros de lo que es acreditable como energía renovable no convencional, como parte de la tramitación del proyecto de ley del "20-20". 

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