Bolivia
25 de Junio de 2012.- La suiza Glencore protestó “enérgicamente” por la reversión de la Empresa Minera Colquiri, de la que era concesionaria, y anunció en un comunicado que exigirá una “indemnización justa” porque invirtió 22 millones de dólares.
La firma también expresó su descontento porque “la nacionalización de la mina de Colquiri fue anunciada cuando Glencore finalizó la renegociación de sus contratos mineros con el Gobierno de Bolivia”.
La semana pasada, el Gobierno determinó la nacionalización de la mina Colquiri, en el departamento de La Paz, después de violentas protestas de cooperativistas y mineros sindicalizados que se enfrentaron a dinamitazos, dejando cerca de 20 heridos.
La multinacional suiza informó que ayer recibió el decreto de nacionalización de la mina Colquiri, firmado por el Gobierno "con efecto inmediato".
Precisamente en abril pasado, representantes del Gobierno indicaron que la renegociación inicial había concluido y se aseguró que faltaban "los detalles de la letra chica". Luego, en mayo, se afirmó que sólo restaba la aprobación de las máximas instancias, tanto del Gobierno nacional como de la empresa suiza. Lo que no se concretó fue la firma de los nuevos contratos, tanto para Colquiri como para las minas Porco y Bolívar.
Al asegurar que la inversión en Colquiri suma 22 millones de dólares, ejecutados desde 2005, y que el pago de regalías, impuestos y derechos al Estado supera 70 millones de dólares, el comunicado de Glencore afirma que "se reserva el derecho de pedir una indemnización justa de conformidad con todos los recursos disponibles nacionales e internacionales". La empresa suiza también sostiene que entregó al Estado boliviano más de 300 millones de dólares por todas sus operaciones.
Dominic O'Kane, analista de Liberum Capital citado por Reuters, dijo que la mina era "pequeña" y poco significativa en el contexto de operaciones internacionales de Glencore.
No obstante, Glencore dijo que investigó el efecto que la nacionalización tendría sobre la inversión extranjera en Bolivia, donde el presidente Evo Morales busca capitalizar los altos precios de metales con reformas radicales en la minería.
"La medida que tomó el Gobierno de Bolivia planteará una serie de cuestionamientos serios con respecto a la política futura hacia la inversión extranjera en el sector de la minería", señala el comunicado de Glencore.
Colquiri es la tercera operación de Glencore que nacionaliza el Gobierno, la primera fue la Empresa Metalúrgica Vinto, en febrero de 2007, y tres años después, la fundición de antimonio.
Otras operaciones
La firma suiza opera en el país la mina Bolívar, en contrato de riesgo compartido, y Porco en arrendamiento. Sobre la migración de estos acuerdos a la nueva modalidad de contrato de operación minera, el ministro del ramo, Mario Virreira, aseguró, en días pasados, que se intentará la firma lo antes posible.
El comunicado de Glecore añade que "los pagos de todas nuestras operaciones al Gobierno y Comibol (Corporación Minera de Bolivia) han superado 300 millones de dólares".
Nuevos contratos
El comunicado de Glencore señala que, en las negociaciones con el Gobierno para la migración a nuevos contratos, se acordó "una participación estatal de hasta 55 por ciento de las utilidades", con lo cual sumando regalías y tributos, la renta minera para Bolivia oscilaría entre 77 y 79 por ciento del total de los beneficios.
En cuanto a inversiones, el compromiso de Glencore para las minas Colquiri, Porco y Bolívar superaba los 160 millones de dólares que debían ejecutarse en cinco años.
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