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Internacional

Martes 14 de Enero de 2014.- Indonesia es una de las cinco grandes economías emergentes a nivel mundial consideradas frágiles por los expertos, ya que han evidenciado una depreciación de sus monedas entre una salida de capitales a nivel global, producto de la reducción del estímulo de la Reserva Federal de EEUU.

La rupia indonesia llegó a caer 20% contra el dólar en 2013, siendo la divisa con peor desempeño en Asia el año pasado (ver gráfico). La presión sobre la moneda hizo que el banco central elevara la tasa de interés en 175 puntos base desde junio, en momentos en que la cuenta corriente llegaba a sus peores niveles desde la crisis asiática de fines de los ‘90, alcanzando cerca de US$776,8 millones a fines del año pasado. La bolsa de Jakarta, que llegó a caer más de 2% el año pasado, además ha implementado nuevas reglas para controlar la volatilidad, limitando el tamaño estandarizado de transacciones, lo que amenaza con recortar la rentabilidad de las operaciones.

En este contexto, las autoridades han tenido que buscar el equilibrio para una economía que avanzó 5,2% el año pasado, buscando escapar del sobrecalentamiento y la volatilidad. La combinación de una moneda débil y una política más ajustada ha hecho que se reduzcan las importaciones, lo que ayudó a disminuir el déficit de cuenta corriente hasta 3,8% en el tercer trimestre de 2013, desde 4,4% en el segundo.

De hecho, las restricciones continuaron este fin de semana, con regulaciones al sector minero. La inflación, en tanto, que subió en diciembre por precios más altos de los alimentos, no cumplió expectativas de analistas, aumentando 0,55% desde noviembre, cuando se expandió 0,12%. Comparado con un año atrás, la inflación se mantuvo firme en 8,38%, pero estuvo muy por encima de su nivel de diciembre de 2012 cuando llegó a 4,3%.

Para algunos, todavía falta para estabilizar la economía, ya que el impacto de futuras salidas de capital es fuerte si se considera que casi un tercio de la deuda gubernamental de Indonesia está en manos extranjeras. El Banco Mundial recortó hace poco su pronostico de expansión a 5,3% desde 6,3% en 2012.

Business Monitor estima un crecimiento del PIB de 5,4% este año, menor al 5,7% que se espera para 2013 y anticipa una mayor estabilidad para la rupia de Indonesia, con un valor pronosticado para 2014 de 11.500 por dólar estadounidense. La consultora también prevé una baja en la confianza del país, donde las salidas de capital podrían causar una baja en los precios de las acciones y recomiendan hacerse cargo de la moneda devaluada, pues la incertidumbre política empeora la situación: Indonesia, al igual que India, llevará a cabo elecciones este año, lo que acentúa la necesidad de reformas estructurales. Business Monitor pronostica un déficit fiscal de 3,4% y 2,8% para el último trimestre de 2013 y el primero de 2014, respectivamente.


UNA PROHIBICIÓN COMPLICADA

Este fin de semana comenzó una regulación a la exportación de minerales en Indonesia, parte de una estrategia económica para que el país deje de ser un exportador de materias primas y pueda transformarse en un vendedor de productos en base a metales con mayor valor agregado.

Esto hizo que el níquel rápidamente alcanzara su precio más alto en dos semanas, porque la exportación del país es responsable de entre 18% y 20% de la producción mundial del metal, según estimaciones de Goldman Sachs. Citigroup estimó que la tonelada de níquel llegará a los US$17.000 este trimestre, lo que representaría un alza de 21% en el precio.

Tras la imposición, los exportadores de otros metales, como cobre, hierro, zinc, acero o magnesio, se vieron beneficiados de una excepción que les permite exportar un concentrado del metal parcialmente procesado, aunque sujeto a un impuesto creciente a las ventas. 

Funcionarios del gobierno justificaron la excepción como una forma de minimizar la baja en el empleo y el daño a la economía minera del país. De todas formas, está planificada un alza en los impuestos a la exportación de minerales no procesados que llegaría a 60% en 2016, antes de que las exportaciones de estos metales puros sean prohibidas en 2017.

Jero Wacik ministro de Energía y Recursos Minerales, dijo a Financial Times que "el objetivo (del bloqueo a la exportación) es, acorde con la ley, de aumentar el valor agregado". A pesar de la intención de lograr exportaciones mejor valoradas, analistas económicos de Nomura dijeron que estiman la baja en los ingresos por exportaciones de Indonesia en cerca de US$400 millones mensuales. Los cambios, que aumentarían el desempleo en Indonesia, además de consolidar la mala evaluación que tuvo la economía del país durante 2013, podrían tener un impacto en la elección de este año en julio, tras la cual el presidente dejará el gobierno tras 10 años de estar a cargo.


TENSIÓN POLÍTICA

El actual presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, tiene prohibido por constitución seguir por tercer período en el cargo. En la oposición, a pesar de no haber sido confirmado como candidato, Joko Widodo el gobernador de Jakarta, es uno de los mejor evaluados en las mediciones para la elección presidencial.

Frente a las falencias del gobierno de Bambang en temas como corrupción, inequidad y poca infraestructura, Widodo, o Jokowi, como se le conoce, tiene a su favor haber construido la postergada primera línea de metro, además de educación y salud gratuita para los habitantes más pobres de la ciudad, y de subir el sueldo mínimo de la capital, para la molestia del empresariado. Sin embargo, la decisión final la tendrá la presidenta del Partido Democrático de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, quien elegirá al candidato presidencial del partido.

Con esto, el entorno electoral se suma a la serie de reformas que debe afrontar el nuevo gobierno. No serán pocos los desafíos que tendrá que afrontar una economía que depende del consumo interno.

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