Internacional
7 de Enero de 2010.- Existen innumerables estudios que afirman que la concentración de recursos naturales entre diversos países no implica una mayor tasa de crecimiento de largo plazo (Mehlum, Moene, and Torvik (2006): World Development Indicators). Basta con mirar el caso de algunas economías africanas como Botswana, cuya producción de diamantes explica el 40% del PBI y que creció a una tasa real del 6.6% anual entre 1960 y 2007 (es decir 19 veces), y compararlo con Nigeria, muy rica en petróleo y que se mantuvo en el mismo período prácticamente estanca.
En Latinoamérica, el caso de Argentina conmueve a aquellos nostálgicos que pregonaban que iba a ser el “granero” y el mayor abastecedor de proteínas del mundo, siendo Uruguay hoy un destino casi obligado hacia donde los empresarios del sector cárnico orientan sus inversiones debido a las distintas políticas económicas aplicadas en las últimas décadas. Venezuela es otro caso paradigmático en el que no sólo la abundancia de petróleo sino también contar la segunda mayor reserva de gas natural del mundo no sirvió para que economía se desarrollara. Países ricos en recursos naturales, pero pobres medidos por su PBI per cápita.
No es el caso de Arabia Saudita ni los Emiratos Arabes, aunque allí la concentración de la riqueza es un tema que da para otro artículo entero y la excesiva dependencia de la exportación de un solo commodity es nociva.
¿Sabía Ud. que el cobre es el tercer metal más utilizado en el mundo, detrás del acero y el aluminio? Junto con la plata y el oro, forma parte de la llamada familia del cobre, caracterizada por ser los mejores conductores de electricidad y forma parte de una cantidad muy elevada de aleaciones. Una de las claves de su éxito es que se puede reciclar un número casi ilimitado de veces sin que pierda sus propiedades mecánicas.
Las virtudes del metal acopladas con la abundancia del mismo y una serie de políticas consistentes de largo plazo hizo que Chile tampoco sea el caso de una economía pobre con abundancia de un solo recurso. Posee una excesiva concentración de cobre en sus exportaciones, pero supo explotarlo de manera eficiente generando economías externas para toda la población a través de su empresa 100% estatal Codelco. Los rendimientos de sus bonos corporativos en dólares son el reflejo de su baja prima de riesgo: ¡2.5% de TIR al 2014!
También influyó en el caso de Chile el recorrido de su precio: la cotización en el London Metal Exchange tocó ayer un máximo de los últimos 16 meses, luego de subir 139% en el 2009 y seguir subiendo en el inicio de este año hasta los 7.500 dólares la tonelada, en lo que fue el mejor año desde 1986.
Impacto de China y el dólar sobre el precio
China, el mayor consumidor de cobre del mundo, elevó la cifra de crecimiento del 2008 al 9.6% y el mimo gobierno afirmó que habría crecido en torno al 8% el año pasado, lo cual impulsó el uso y el precio del cobre. Las importaciones de cobre de ese país crecieron notoriamente en el mes de noviembre a una tasa interanual del 10,3% y se espera que la demanda de metales por parte de China se incremente nuevamente en 2010. Se espera que el consumo de China represente este año el 35% de la demanda mundial del mismo.
Además, China cuenta con un ciclo para los inventarios de cobre, es decir, un año incrementa su disponibilidad de cobre, y al año siguiente cesan las compras y consume su stock. Dado que 2008 fue un año de descenso en los inventarios, y que claramente en 2009 predominaron las compras, se espera que en 2010 la cantidad utilizada de cobre supere a la cantidad importada. De todas maneras, las compras a los países productores de dicho metal se mantendrían por encima de los niveles registrados años anteriores (excepto 2009). De esta forma, no se daría una caída en los inventarios sino un nivelamiento de los mismos.
Si trazamos al inicio del año 2004 un momento a partir del cual el índice CRB marcó la estampida de los commodities y posterior caída en el 2008 para luego volver a recuperarse a partir de marzo de este año, fue el metal que más se apreció, incluso por encima del oro y de la plata, aunque no el commodity de relevancia de mayor recorrido dado que fue superado por el azúcar.
La debilidad del dólar fue uno de los factores que mantuvo alto el precio del cobre y del resto de los commodities, activos de refugio por naturaleza (junto a las acciones). Si bien podemos considerar que estructuralmente la moneda estadounidense se mantendría frágil, puede ocurrir que exista un menor apetito por el riesgo que derive en un fortalecimiento del dólar, el cual presionaría sobre el valor del metal. Bank of America espera una paridad EURUSD de 1.28 para fin de año, aunque es uno de los más pesimistas. Deutsche Bank espera una corrección del precio del cobre a corto plazo, aunque una suba del commodity del 11% en el 2011 entre puntas.
La “Chilenización” del cobre
La producción chilena de cobre se ha multiplicado por cuatro en las dos últimas décadas, debido en gran parte a la apertura de minas de capital privado. El Estado chileno recibió pocos beneficios de la minería de cobre durante toda la primera mitad del siglo XX, pero la situación cambió en 1951 con la firma del Convenio de Washington, que le permitió disponer de 20% de la producción. En 1966 el Congreso Nacional de Chile impuso la creación de Sociedades Mineras Mixtas con las empresas extranjeras en las cuales el Estado tendría 51% de la propiedad de los yacimientos.
El proceso culminó en julio de 1971, cuando el Congreso aprobó por unanimidad la nacionalización de la Gran Minería del Cobre. En 1976, el Estado fundó la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) para gestionar las grandes minas de cobre.
Es así cómo en las últimas décadas Chile se ha consolidado como el principal productor de cobre, pasando de un 14% de la producción mundial en 1960 a un 36% en 2006. Las minas de Chuquicamata y Radomiro Tomic son hoy la explotación a cielo abierto de mayores dimensiones del mundo. En 1995 se inició la construcción de la mina de Minera Escondida, la mina de mayor producción del mundo: representa el 9.5% de la producción mundial y el 26% de la producción chilena de cobre, según estimaciones para 2007.
Las exportaciones de cobre representan el 40% del PIB de Chile, de las cuales el 75% corresponde a venta al extranjero de commodities. Tan solo la comercialización de cobre provee al Gobierno un tercio de los ingresos. Asimismo, el Estado, al mantener una política contracíclica, aprovecha los momentos de auge del cobre para ahorrar en un megafondo para épocas de vacas flacas.
Optimismo a mediano plazo para el cobre
En los últimos cinco años, el crecimiento en la producción de cobre fue del 1,6% anual, comparada con la tasa de 3,6% registrada durante los quince años anteriores. La oferta de cobre experimentó un retroceso en 2009: mantener la producción se tornó un desafío dado la baja calidad del producto y las minas más profundas, así como los inconvenientes laborales y técnicos. Las proyecciones para la producción mundial en 2010 prevén un crecimiento de 7,5%, hasta las 400.000 toneladas.
En el futuro, tres son las áreas que liderarían la oferta de cobre: las zonas congeladas, que se espera contengan una buena reserva de cobre, los distritos de los que ya se obtiene el metal y el centro de África, dominando los países de Zambia y Congo donde se espera que la producción se duplique en los próximos dos años. Por su parte, también existen expectativas sobre un incremento en la producción de Brasil. Chile continuará siendo el principal productor de cobre del mundo, aún cuando su producción muestra una desaceleración en el ritmo de crecimiento, el cual se encuentra limitado por el agua y la energía.
Mirando hacia delante, éste es uno de los pocos mercados en el que la escasez se cumple. Existe una realidad: hay una subinversión en minas de cobre y pocas oportunidades para nuevos desarrollos de calidad que hacen que exista un magro flujo de metal adicional a la producción actual en los próximos 10 años, además de concentrarse en algunas regiones geográficas de alto riesgo geopolítico.
Además existen constantes problemas laborales en yacimientos ya activos que condicionan la oferta: las negociaciones con los trabajadores de la mina chilena de Chuquicamata, tras el vencimiento de los contratos en diciembre último trae bastantes dolores de cabeza ya que anunciaron una huelga para este mes como factor de presión por mejores salarios.
La pelea por los recursos naturales
¿Deben los países de Latinoamérica recuperar la soberanía de sus recursos? Este es un tema complejo y de fuerte componente político. La “chilenización” del cobre fue una política integradora. La venta de YPF en Argentina lo contrario y el deseo manifiesto de sus gobernantes es recuperar el control de sus recursos naturales. Lo mismo intenta hacer Lula declarando patrimonio nacional el petróleo de los yacimientos de Petrobras.
Lo que está en duda es si la concentración de los recursos naturales es sinónimo de riqueza para su población a largo plazo, dado que depende en exceso de la eficiencia en el uso de los recursos y la seriedad de las políticas aplicadas, que además deben ser de largo plazo. Los recursos naturales pueden tener un efecto desestabilizante en el crecimiento: la conexión básica entre esas dos variables son las instituciones. Cuando son fuertes y las políticas aplicadas las adecuadas, los recursos naturales son una enorme fuente de beneficios para el país, como el cobre lo ha demostrado para Chile.
Argentina hoy tiene petróleo para sólo 10 años, ya no es abundante como antes en gas natural (8 años de reservas) que debe importarlo, quedando a la merced de sus socios comerciales como Bolivia, al igual que Europa con el gas de Rusia que atraviesa la conflictiva Ucrania.
Lo que sí está claro es que el mundo, con China al a cabeza, está ávido nuevamente de recursos naturales. Los precios de burbuja han estallado y se han recuperado sobre bases más firmes, con más Fundamentals. Está claro que el ciclo de las inversiones promete una vuelta a tasas de interés más altas y posiblemente de la inflación. Es en esa etapa en la que deberían brillar los commodities, cuyos precios se han recuperado parcialmente y auguran más beneficios para los inversores a mediano plazo (LatinInfo.com).
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