Chile
Ejecutivo sostiene que el proyecto de gobiernos corporativos de Enap puede usar como base el de Codelco, aunque con "ajustes" y que estará ligado a la capitalización de ganancias.
18 de Enero de 2010.- Era una verdadera misión imposible. Cuando Rodrigo Azócar fue nombrado gerente general de la Empresa Nacional del Petróleo, a fines de diciembre de 2008, la Enap cerraba uno de los ejercicios más nefastos de su historia, arrojando pérdidas cercanas a los US$ 1.000 millones. Para hacerse una idea, es lo que cuesta toda la nueva línea 6 del Metro de Santiago o, al menos, 20 hospitales nuevos.
Un año después, contra todo pronóstico, en la petrolera estatal las cuentas son distintas. Consultado por "El Mercurio", Azócar asiente ante la pregunta de si durante 2009 Enap tendrá utilidades: "por sobre" los US$ 120 millones, afirma.
¿Qué pasó entremedio? Quién también presidiera el Sistema de Empresas Públicas (SEP) y fuera gerente general de Metro S.A dice que la primera etapa fue elaborar un nuevo plan estratégico en sólo tres meses, evaluando uno a uno a ejecutivos y divisiones tanto en la matriz como las filiales. El 31 de marzo, el directorio aprobó el programa y comenzaron los cambios.
"Ese plan requería habilidades y capacidades, algunas de las cuales estaban en Enap y otras que hubo que buscar en el mercado y yo creo que no hay que tenerle susto al mercado. Si tengo que resumir lo que hicimos durante el año, yo diría que lo que hicimos fue devolver a Enap al mercado. Yo creo que en algún momento Enap perdió la lógica de mercado y ahora volvió al mercado", dice su timonel.
No fue lo único. La empresa levantó capital por casi US$ 1.000 millones en el 2009 con el objetivo de refinanciar pasivos, finalizó la construcción del GNL Quintero proyecto en el que también participaron Metrogas, BG y Endesa y el otro gran foco: Reducir costos.
De hecho, Azócar se comprometió con la meta de disminuir costos por al menos US$ 240 millones en 2009, cosa que, según Azócar, se logró de forma bastante apretada.
¿Cómo se logró?
"Básicamente ahí hay un efecto de disminución que tiene que ver con la caída en el precio del crudo pero adicionalmente también hay gestión. Eso son como US$ 100 millones. Además está todo el tema de mayor productividad, mayor eficiencia en el uso de energía, de haber optimizado algunos procesos y en definitiva, haber instaurado una cultura de austeridad.
Los resultados de 2009, ¿lo dejan conforme?
"Sí, Absolutamente. Vamos a tener resultados mejores que lo que habíamos pensado a septiembre porque tenemos una serie de hechos que nos han permitido tener una rentabilidad sobre el capital súper razonable e incluso mayor que la histórica de Enap. Vamos a tener cifras en azul, que es lo que prometimos, y la utilidad va a ser de una cifra que nunca pensamos alcanzar a principio de año. Algunos decían que no era posible revertir una pérdida de US$ 1.000 millones en una empresa como Enap con la inercia que tenía, antes del segundo semestre del año 2009 y ya al 30 de marzo teníamos resultados azules".
¿Fueron mejores las condiciones de mercado en 2009?
"Sí, pero no del todo. Este año se han cerrado una buena cantidad de refinerías que no han sido capaces de resistir la caída de los márgenes. En EE.UU. el refinador más grande tiene 19 unidades que han cerrado y hay refinerías que han cerrado en otras partes del mundo también".
Si Enap fuera privada, probablemente también habría cerrado con las pérdidas de US$ 1.000 millones.
"Ese es un ejercicio que no hemos hecho".
En cuanto a proyectos e inversiones, ¿se pudo avanzar en 2009?
"La gestión estuvo concentrada en ordenar la casa, pero no dejamos de realizar las inversiones que estaban planificadas, de hecho tuvimos una autorización de capitalización de Hacienda por US$ 400 millones. La analogía que yo usaba internamente era esta: en enero tenemos que salir de donde nos estábamos hundiendo y llegar a la superficie. Una vez que uno salga a la superficie, uno tiene que saber si va al norte o va al sur. Esa discusión se resolvió el 30 de marzo, cuando el directorio nos aprobó el nuevo plan estratégico. Con eso le dimos a la Enap una carta de navegación que permitió ordenar todo el resto y definir cuáles son las prioridades".
"Algunos decían que no era posible revertir una pérdida de US$ 1.000 millones en una empresa como Enap con la inercia que tenía".
"Usar a las empresas públicas para hacer campañas es lo peor"
Según Azócar, un aspecto desagradable del carácter estatal de la empresa es que suele ser usada como "botín de guerra" en campañas políticas.
El gerente general de Enap ejemplifica con las reacciones parlamentarias cuando se conoció que Enap cerraba 2008 con pérdidas por US$ 1.000 millones.
"Hubo parlamentarios que dijeron que el mercado iba a castigar a Enap en su emisión de bonos por su falta de transparencia y por las pérdidas y por lo tanto íbamos a tener una tasa más alta. Eso es irresponsable, era ponernos en el riesgo de que una parte del bono quedara sin colocar, lo que en el mercado financiero significa perder toda la reputación", señala. Y agrega. "Uno puede decir 'yo quiero vender la empresa, quiero privatizarla' y que, aunque no es mi posición ni la de la administración de Enap, es legítimo plantearlo. Pero muy distinto es decirle al mercado 'mire estos tipos son unos imbéciles, están haciendo puras tonteras' porque eso es disminuir el valor económico de un activo que es de todos los chilenos, eso es absurdo. Usar a las empresas del estado para hacer campañas políticas es el peor negocio que se puede hacer".
Se ha planteado que la reforma a Codelco se usará de modelo para el resto de las empresas estatales. ¿Le acomoda esa reforma?
"La discusión en torno a los gobiernos corporativos de Enap debiera estar ligada a la capitalización de utilidades. Esto tiene que ver con tener una Enap suficientemente robusta y sólida como para emprender otros proyectos y hacer otras cosas. Además, lo que hay que tratar de hacer es tener una empresa lo más autónoma y flexible posible y creo que ahí el modelo de Codelco se puede mejorar.
¿Con la introducción de capitales privados?
"Se puede hacer sin introducir capital privado, pero la introducción de capital privado es parte de la discusión".
Descartado venderle gas a Argentina
Los esfuerzos hoy en la petrolera tienen dos objetivos: por una parte, la puesta en marcha del proyecto de GNL Quintero, que ya está en plena operación, y la firma de contratos de abastecimiento de combustible con las distribuidoras, que permitirán a la petrolera realizar una planificación mucho más precisa de sus compras, con los consiguientes ahorros que serán compartidos con empresas como Petrobras, Terpel, Copec y las más pequeñas.
"Les propusimos a las compañías, desde Copec a JLC, que sobre el precio de paridad vamos a hacer descuentos, que no serán discrecionales y que van a estar definidos por lo que pasa con los márgenes de refinación", dice orgulloso tras cerrar uno de los últimos contratos con su mayor cliente: Copec.
Respecto del GNL Quintero, la sociedad descartó venderle gas a Argentina. "No vamos a exportar gas a Argentina. Eso está descartado. Ellos tienen sus problemas. Me encantaría apostar a la integración en materia de gasoductos, si en algún momento podemos hacer un swap lo vamos a hacer, pero eso requiere que ellos hagan las tareas. Chile modificó las normativas de gas en tránsito y ellos están recién estudiando el tema y tienen su burocracia y se van a demorar mucho", dijo (Economía & Negocios).
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