Chile
A través de planta ecológica en su filial Minera Zaldívar.
15 de Marzo de 2010.- La reducción de costos y el compromiso con el medioambiente son dos de las directrices que, de un tiempo a esta parte, marcan el trabajo de la industria minera.
En este sentido, Barrick Gold está desarrollando un innovador sistema para tratar aguas servidas, que está ubicado en la cordillera de la Región de Antofagasta, a 3.200 metros sobre el nivel del mar, en las faenas de su filial Zaldívar.
Una voraz lombriz es el insumo clave de la unidad, que hoy está en marcha blanca y fue desarrollada en conjunto con la Fundación para la Transferencia Tecnológica de la Universidad de Chile (Untec). La idea es recuperar el 100% del agua servida del campamento minero, casino, oficinas, y otras instalaciones, para usarlo luego en riego de caminos y, eventualmente, en áreas verdes.
El gerente general de Barrick Zaldívar, Robert MayneNicholls, explicó que este sistema se diferencia de otros convencionales porque no emite malos olores al no contemplar el estancamiento de aguas, ni tampoco genera lodos que desechar, lo que reduce los costos de operación.
También baja el consumo de energía y no requiere reactivos químicos, todo lo que reduce en 50% la inversión asociada a este tipo de proyectos, llegando a
US$ 300 mil.
En concreto, en una primera etapa el agua residual se irriga y escurre por gravedad a través de un biofiltro constituido por capas de diversos materiales (aserrín, viruta y piedras). La materia orgánica se absorbe y microorganismos y lombrices (Eisenia Foetida) retienen el material más grueso contenido en el líquido, el cual escurre hasta llegar a la capa de piedra, donde una colonia bacterial concluye la destrucción de la materia orgánica.
Radiación ultravioleta
En la segunda fase del proceso, el agua pasa por una cámara donde se le aplica radiación ultravioleta, lo que elimina totalmente los gérmenes patógenos que puedan persistir.
El resultado es un líquido que cumple, como mínimo, con la calidad establecida en la norma de agua de riego. Además, las lombrices generan un producto denominado humus, que resulta muy efectivo como abono para la agricultura.
El 100% del agua servida que ingresa a la planta se puede recuperar, lo que cobra relevancia en la zona norte del país.
Actualmente operan con un caudal promedio de cuatro litros por segundo, lo que implica que al año podrían reciclar cerca de 126 millones de litros. Esto es equivalente al consumo anual de una población como la zona urbana de San Pedro de Atacama, que considera aproximadamente 2.000 habitantes.
Una segunda planta, dijo, podría elevar el tratamiento a más de 450 millones de litros que equivalen al contenido de 180 piscinas olímpicas (DF).
Portal Minero