Chile
23 de Marzo de 2010.- ¿Es Chile el único país del mundo que posee recursos minerales cuantiosos? Evidentemente, no. Muchas naciones disponen de grandes reservas mineras que no han sido descubiertas porque no cuentan con un marco institucional y legal que garantice que las inversiones que se requieren para ponerlos en evidencia no estarán sujetos a cambios arbitrarios.
El enorme desarrollo de la minería chilena descansa en un perfecto equilibrio entre la riqueza geológica y un marco jurídico claro y estable. En la década perdida, cuando las disponibilidades de capital de inversión eran escasas en todos los países en desarrollo, Chile dictó su ley minera, a la que dio rango de Orgánica Constitucional. Lo que el país quiso fue comunicar que se trataba de un Estado serio, que apostaba por el largo plazo.
Durante los 20 años siguientes el flujo de inversiones en minería, al igual como lo ha sido en otras áreas productivas, ha permitido que Chile, por primera vez en su historia, logre acercarse al selecto grupo de países que han alcanzado grados razonables de desarrollo económico y social.
Uno de los grandes activos que Chile puede exhibir es el alto grado de consenso sobre la necesidad de respetar reglas del juego. El reciente terremoto no nos puede hacer perder de vista que la reconstrucción no sólo implica levantar las casas, puentes y caminos dañados, sino que también levantar nuestras capacidades productivas, que son las herramientas que nos permitirán, en el mediano y largo plazo, poner nuestro país en pie.
Esperamos que nuestras autoridades y legisladores, de cuya buena intención nadie duda, sean prudentes a la hora de tomar decisiones que puedan generar más daño que beneficios, al afectar el flujo de inversión que tanto necesitamos(Cristián Leay Morán, Director ejecutivo Centro de Estudios Nueva Minería)(La Tercera On Line).
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