Chile
Ante los ceños fruncidos de quienes veían una constante baja del precio del cobre durante este año, los pronósticos están optimistas gracias a la solidez del principal consumidor, China. Sin embargo, otros especialistas alertan sobre la necesidad de
14 de Junio de 2010.- Un distendido ministro de Minería, Laurence Golborne, asistió el pasado 25 de mayo a la presentación del estudio “Mine 2010: Back to the boom...”, elaborado por PricewaterhouseCoopers, evento en el que también participaron representantes del Consejo Minero y de la Sociedad Nacional de Minería. Con humor, la autoridad cuestionó el nombre del estudio, indicando que debería estar entre signos de interrogación, considerando que el cobre mostraba a la fecha un descenso mensual de 9,2%, llegando a un valor de US$3,032 la libra.
Hoy, las risas que provocó ese día la “salida” de la autoridad no serían tan generalizadas, porque el metal rojo continúa bajo presión. De hecho, el pasado martes llegó a un valor de US$2,76 la libra, es decir, evidenció un decrecimiento de 17,4% desde mayo.
Por lo demás, el promedio anual del metal rojo ha bajado desde los US$3,29 (cuando al cotizarse en US$3,61 el 6 de abril alcanzó su máximo valor de 2010) hasta los US$3,26 del cierre del viernes.
Fuerte dependencia
Es por esto que los economistas sostienen que, si bien hay holguras, se debe seguir de cerca el desempeño del metal rojo considerando que, según las cifras del Consejo Minero, la industria minera representó en 2009 el 16,9% del PIB chileno, y sólo la de cobre el 14,8%. Además, se destaca en la entidad que entre 2005 y 2009 las empresas de la Gran Minería han aportado al país US$ 24.817 millones por concepto de impuesto a la renta.
Según el economista y gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández, por cada centavo menos en el promedio anual del precio del cobre, el impacto en la recaudación tributaria sería de unos US$70 millones. En tanto, el director de estudios corporativos de EuroAmerica y ex economista del Banco Central, Luis Óscar Herrera, cuantifica dicho efecto en US$43 millones.
Al igual que los ingresos del país, el cobre tiene una alta dependencia de lo que ocurra con la demanda de China, país que representó el 32% de las exportaciones locales del metal rojo en 2009.
La recuperación de los últimos días estuvo asociada a la potencia asiática, particularmente a datos macroeconómicos por encima de las expectativas que sustentan las proyecciones de demanda por el recurso natural.
La volatilidad sumó una preocupación adicional a la industria minera, quedando incluso por estos días en segundo plano el eventual aumento del royalty, que tiene en el marco de la fórmula impositiva una ampliación en ocho años la invariabilidad tributaria.
Llamado a la calma
Los supuestos macroeconómicos de la Ley de Presupuestos para 2010 contemplan un precio promedio de cobre de US$2,66, lo cual está muy por debajo del actual.
Al respecto, Luis Eduardo Escobar, académico e integrante del equipo Nueva Economía de la Academia de Humanismo Cristiano, afirma que las fluctuaciones no deberían afectar los presupuestos de años posteriores, “los cuales deberían ser establecidos con una base de precio de entre US$2,25 y US$2,20 la libra por los próximos dos o tres ejercicios. Ese es un nivel de precio que usan las empresas de cobre en la actualidad para calcular sus rentabilidades de inversión, ya que en Chile todas las operaciones de cobre de la gran minería son extremadamente rentables a esta valorización”.
Herrera puntualiza que “la regla fiscal vigente amortigua los efectos de las fluctuaciones del precio del cobre sobre el presupuesto y el crecimiento. Sin embargo, si este precio llegara a niveles menores a US$2 la libra, las proyecciones de déficit fiscal podrían acercarse al 5% del PIB, lo que podría llevar a tomar medidas de restricción fiscal, que afecten el crecimiento. Estamos lejos de estos niveles”.
Es por esto que existe coincidencia entre los economistas en que las inversiones de empresas mineras no deberían verse afectadas.
Sin ir más lejos, el jueves el grupo minero suizo Xstrata Copper señaló que sólo en Chile planean invertir alrededor de US$1.500 millones entre 2010 y 2012. El conglomerado participa en Minera Lomas Bayas, la Fundición Altonorte y tiene 44% de participación en Minera Collahuasi.
Ante la volatilidad de precios del metal rojo, el presidente ejecutivo de la suiza, Charlie Sartain, indicó que “lo que nosotros estamos mirando como empresa de gran tamaño, con todos los proyectos que tenemos en marcha, es el mediano y largo plazo, y en ese aspecto tenemos una confianza muy importante y muy fuerte sobre la demanda de cobre en el futuro y el mercado de cobre en general. Por eso, nosotros hemos tomado ya decisiones de inversión y estamos planificando invertir US$7.000 millones durante los próximos cinco años en nueve proyectos en distintos países del mundo”.
Para este y los próximos años hay diversos proyectos en carpeta, los que según la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), a abril alcanzarían los US$45.000 millones hacia 2017.
Proyecciones
Conociendo ya de la caída mostrada por el precio del metal rojo, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) elevó desde US$3,10 a US$ 3,20 la libra su proyección de precio promedio del cobre para el año 2010, mientras que para 2011 la situó en US$ 3,30 la libra, “debido a que se espera una vigorosa demanda que generará un déficit cercano a los 194 miles de toneladas métricas de fino y que llevaría los inventarios relativos a reflejar la estrechez, al equivaler a sólo 3,2 semanas al fin del período”.
En la entidad argumentan que las mejores expectativas económicas de ciertos países desarrollados entre otros, EEUU y Japón y una demanda aparente de China que baja más lentamente a lo esperado han generado un mejor escenario de precios durante este año.
“Ello, sumado a una previsión de estrechez para el 2011, permite estimar que la trayectoria del precio terminaría este año al alza. La actual situación de volatilidad financiera y pérdida de valor del euro creemos será temporal y con efecto acotado sobre el precio”, precisó la directora de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Ana Isabel Zúñiga.
Más allá de caídas por preocupaciones puntuales o algo más estructurales por la condición fiscal de Europa, el precio del cobre pareciera mantenerse sin un soporte sólido.
Esta percepción no sólo es de los expertos de Cochilco, sino también internacionales. Por ejemplo, un informe del canadiense Banco de Montreal sostiene a propósito de las caídas observadas en mayo e inicios de junio, que “el catalizador para la reciente debilidad fue la mayor preocupación sobre el riesgo crediticio soberano en Europa, la evolución del dólar y los ajustes monetarios en China”. Sin embargo, su visión de más largo plazo es distinta: “Nosotros esperamos que el cobre se recupere desde este reciente desvanecimiento y debería tener un buen soporte en el próximo par de años debido a que un fuerte y sostenido crecimiento económico mundial promoverá una sólida demanda, mientras el suministro permanece ajustado. Anticipamos que el precio promedio del metal se elevará hasta US$3,35 en 2010 y US$3,50 en 2010”.
Y es que los factores que mueven el precio del metal rojo parecen apuntar en esta dirección. Por un lado, el crecimiento económico de los principales consumidores de cobre del mundo y destino de exportaciones chilenas se ve auspicioso. “China, que es el principal consumidor, está evolucionando muy positivamente y, pese a los temores de burbujas o problemas de inflación, lo más probable es que siga creciendo fuerte, aunque menos que en el primer trimestre. Estados Unidos, en tanto, está repuntando de manera más favorable a lo previsto, mientras que países como India, Brasil, Corea y Rusia también tienen buenas perspectivas”, enfatizó Fernández.
En efecto, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, China promediará un avance anual de 9,8% entre 2010 y 2015, Japón 1,9%, Corea del Sur 4,3%, al igual que Brasil, y Estados Unidos, 2,6%. De hecho, el dinamismo del gigante asiático y Brasil de este primer trimestre crecieron 11% y 9%, respectivamente, ya se ha notado, pues las exportaciones chilenas del metal rojo escalaron 88% en los primeros cuatro meses de este año en comparación con igual período de 2009.
La cuota de duda es el viejo continente. “Una región complicada es Europa, que representa el 16% de la demanda mundial. Los problemas financieros y las medidas recientes de austeridad fiscal deberían frenar el crecimiento en esta región. Las proyecciones de crecimiento son del orden de 1% anual”, sostuvo Herrera. En todo caso, Fernández cree que si bien el desempeño de ese continente será bastante malo, “éste es un escenario que se visualizaba desde fines del año pasado”.
Otro factor que influye en la cotización del cobre es la oferta y demanda de la materia prima. Bajo este prisma, de acuerdo a pronósticos de Cochilco, no debiera haber grandes cambios. Por una parte, la oferta caería marginalmente (0,2%) este año hasta 15.949 miles de toneladas métricas, siendo por lejos Chile el mayor oferente. La demanda, en tanto, también descendería sólo 1,3%. No obstante, el 2011 es donde habría mayores cambios, pues según estimaciones de la Comisión Chilena del Cobre, el consumo subiría un 5,5%, en circunstancias de la producción escalaría 2,2%, produciendo un ligero déficit.
Lo anterior viene a presionar los ya relativamente bajos niveles de inventarios en las bolsas mundiales, en especial la de Londres, donde a mayo sumaron 476.725 toneladas métricas, por lo que los inversionistas apuestan a la escasez del commodity (materia prima) y aumentan la demanda especulativa, entregando otro soporte a las proyecciones que hablan de un mayor precio en 2011.
Aunque la situación no es alarmante hoy, los economistas plantean que se deben buscar alternativas que hagan al país diversificar más su cartera de ingresos.
Escobar apela por una discusión de fondo en la cual se discuta cómo utilizar los recursos del cobre para cambiar la estructura de la economía chilena y hacerla menos dependiente de los recursos naturales.
Por su parte, Fernández cree que “en el mediano plazo, el litio ofrece perspectivas interesantes, y más atrás el oro y la plata, pero ninguno rivalizará con el cobre por muchos años y, tal vez, nunca” (LND).
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