Chile
La crisis financiera internacional reforzó la idea de que el oro es un buen refugio en tiempos de turbulencias. Con las potencialidades de la minería aurífera en Chile, particularmente una vez en marcha el megaproyecto PascuaLama, no cabe duda que C
7 de Abril de 2010.- En cuanto a la situación del oro en el mercado mundial, actualmente, se advierte una situación en que la oferta está creciendo ligeramente, principalmente a causa de una mayor cantidad de joyería reciclada. Nuestro pronóstico es que en el 2010 Chile ocupará el decimosexto puesto en la lista de países productores de oro. Con PascuaLama en plena producción, estimamos que Chile alcanzará el puesto número 10 a nivel mundial.
Los procesos de aprobación ambiental que se realizan para proyectos como PascuaLama siempre son muy exhaustivos, sobre todo en países con un buen nivel de protección medio ambiental como lo es Chile, no obstante ha habido algunos factores especiales que han contribuido a una demora adicional. En todo caso, el operador, Barrick Gold, tiene una reputación excelente a nivel mundial en la materia.
• Las potencialidades de la industria del oro
En la situación que experimentamos durante el año recién pasado, cuando la confianza en las instituciones financieras cayó a niveles tan bajos, no cabe duda que el oro representaba la máxima seguridad –el único activo que no es pasivo de otro. No obstante ello, tenemos que reconocer que ha habido mucha volatilidad en el precio de la onza, en parte porque algunos inversores tuvieron que vender sus posiciones en oro por falta de liquidez en sus portafolios (el efecto de la llamada “deleveraging” y pérdidas en otros mercados). Pero, a la vez, eso demostró que el oro también sirvió para aquellos fondos y inversionistas privados como un activo fácil de negociar a un precio trasparente y en un mercado que funcionaba con normalidad mientras que otros mercados, sobre todo los de derivados, apenas podían funcionar durante el periodo de máximo estrés en el sistema financiero.
Actualmente, vemos una situación en que la oferta está creciendo ligeramente, principalmente a causa de una mayor cantidad de joyería reciclada pero también, hasta cierto punto, por cierta estabilidad en la producción minera mientras que las ventas netas de los bancos centrales están disminuyendo. Estimamos que el efecto global este año de todos estos factores será un incremento de aproximadamente un 4% en la oferta. En cuanto la demanda, hay una diferencia importante entre la fabricación de joyería que está cayendo fuertemente a causa de la crisis económica y el precio alto del oro y una demanda creciente por parte de las inversionistas que está detrás de la alza que tenemos en el precio hoy en día.
Tradicionalmente la joyería solía representar más del 70% de la demanda. Ese porcentaje ha caído fuertemente en los últimos años y en el 2009 estimamos que la cuota de la demanda representada por la joyería llegó a sólo 44% porque en la mayoría de los países, el sector está saliendo de la crisis. Lo que ha perdido la joyería básicamente lo ha ganado la inversión. En el 2009 la inversión en todas sus formas llegó a representar el 43% del mercado, mientras que en los años noventa su promedio fue sólo un 11%. Está llegando un modelo de la demanda más parecida a lo que tuvimos a principios de los ochenta con una cada vez mayor participación de la inversión.
Para los próximos años esperamos una oferta menor. Primero porque la producción minera no es sostenible, a largo plazo, en los niveles actuales. Segundo después de que hayan terminado las ventas del FMI esperamos una situación de ‘neutralidad’ en cuanto el efecto neto de las operaciones de los bancos centrales en el mercado. Estarían los que venden pero también los que compran; una situación más parecida a lo que existía antes de la avalancha de ventas que experimentamos en los años noventa y a principios de esta década. Y, tercero, la oferta de oro reciclado –principalmente a base de joyería fundida– disminuirá en los próximos años. Todo esto va dar cierto apoyo al mercado, lo que será muy importante porque esperamos unas tendencias bastante negativas en cuanto la demanda, especialmente una caída fuerte en la inversión y una recuperación ‘difícil’ en la demanda para joyería en muchos países.
Todavía existe la posibilidad de una nueva ola de inversión aún más grande que pondría el valor del commodity arriba de los US$1,200, aunque eso dependerá del desarrollo de factores externos como hasta que punto podría bajar el dólar y/o si emergen indicaciones concretas de una inflación amenazante.
La crisis financiera recién pasada ha creado grandes problemas de financiación sobre todo para la industria de joyería que combinado con el colapso de la demanda por su producto ha llevado muchas empresas a la quiebra. Además, hablando de la joyería hay un impacto negativo a largo plazo de la crisis, la asociada reducción del poder adquisitivo y el precio alto porque todo eso ha dado un impulso grande a la sustitución de oro por plata y otros materiales, así como las ventas de bisutería (Construyendo Diálogo).
Portal Minero